Autoridades de salud de Jamaica buscan formas de hacer frente al creciente número de casos de sida que se registran en la isla caribeña, en especial en los balnearios turísticos.
La últimas estadísticas revelan que el distrito occidental de St. James tiene el número más alto de personas infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida.
En Montego Bay, el renombrado balneario turístico y capital de St. James, 186 cada 1.000 personas conviven con el VIH, mientras en Kingston la proporción es 115 infectados cada 1.000 habitantes.
En los distritos de Trelawny, en el oeste, la relación es 57 cada 1.000, y en el de Catherine, adyacente a Kingston, de 55.
Pero lo peor, según Vivienne William-Thompson, coordinadora del Programa de Control de VIH y Enfermedades de Trasnmisión Sexual, es que cada un caso informado a los servicios de salud, hay otros tres de personas que no reciben atención médica.
La categoría de trabajadores sexuales, que agrupa a mujeres y hombres que ejercen la prostitución, es el grupo con más alta incidencia de la enfermedad. Le siguen vendedores ambulantes, trabajadores de fábricas y hoteles.
Janet Morgan, empleada de un hotel en Montego Bay, afirma que "muchos trabajadores de los hoteles tienen relaciones sexuales con los invitados, y varios hoteles fingen no ver estas actividades", consideradas una forma de complacer a los turistas.
Morgan sostiene que esas prácticas son fomentadas encubiertamente por los dueños de los hoteles, y que en general los trabajadores no utilizan protección contra el sida y las enfermedades de transmisión sexual.
Karen trabaja en un hotel en Montego Bay, y cree haber sido contagiada por un turista.
"Los huéspedes solían darme dinero, de modo que era como una prostituta. El dinero era mucho, en relación al pequeño salario que obtenía en el hotel. Pero ahora, el precio a pagar es demasiado alto", dijo la joven.
"Si no hubiera turismo, no tendríamos a tantos jóvenes involucrándose en relaciones sexuales con los extranjeros" dijo el taxista Joel Wilson.
Pero Williams-Thompson destaca que no tiene sentido responsabilizar a la industria turística del aumento de los casos de sida, y afirma que los individuos deben responsabilizarse de sus acciones, y que necesitan protegerse a sí mismos.
La experta dirige campañas educativas en fábricas del distrito, y se prepara a extenderlas a escuelas y hoteles.
En St. James, el número de hombres con el virus supera el de las mujeres. Un total de 159 varones contrajo la enfermedad, en relación a 94 mujeres, mientras están infectados 211 hombres y 123 mujeres.
Pero a pesar de los mensajes de prevención, algunos hombres aún se niegan a usar preservativos, señaló Williams-Thompson.
"Yo creía que el condón era un método para hacer desaparecer a los negros", relató John, quien vive en St. James y está infectado con el VIH. "Quería plantar mi semilla. Si me hubiera tragado mi orgullo, y hubiera sido cuidadoso, no estaría en esta situación", añadió.
El proyecto del Programa de Control de VIH y ETS es financiado con la asistencia de la cooperación técnica de Alemania y contribuciones de organizaciones no gubernamentales. (FIN/IPS/tra-en/ms/cb/lp/he/96