Pese a la sequía y a la caída de los precios internacionales, los productores y el gobierno de Argentina coinciden en que la cosecha de trigo de este año será extraordinaria, y podría superar las 15 millones de toneladas.
Sobre ese total -más de 50 por ciento superior a las nueve millones de toneladas de la campaña anterior-, cinco millones se destinarán al mercado brasileño, donde el trigo ingresa con una preferencia arancelaria de 10 por ciento.
El mercado interno consume alrededor de 4,5 millones de toneladas, por lo que aún restan ubicar otras cinco millones de toneladas en el mercado internacional. Los preferidos son China y la Unión Europea.
La colocación de trigo en Brasil, principal socio de Argentina en el Mercosur, se vio amenazada hace dos semanas durante un seminario de productores de harina de Brasil, tentados por la oferta de competidores de Canadá y Estados Unidos.
Tanto la Secretaría de Agricultura como las asociaciones de productores subrayaron que además de la ventaja aduanera, el trigo argentino es de mejor calidad que el de Canadá, Estados Unidos o Australia, los grandes productores mundiales.
La Secretaría de Agricultura había anticipado que la cosecha rondaría los 15 millones de toneladas. Los pequeños y medianos productores habían estimado en octubre que debido a la sequía, la producción no superaría los 12 millones.
Pero con las lluvias, los suelos se recuperaron de su déficit de agua y ahora los productores coinciden con una estimación de cosecha cercana a los 15 o 15,5 millones de toneladas, con un área sembrada de siete millones de hectáreas y un saldo exportable cercano a las 10 millones de toneladas.
Ni siquiera la caída de los precios internacionales, a mediados de este año, que pasó de 200 a 125 dólares la tonelada, desalentó a los productores, que avizoran un escenario positivo para los próximos meses. (FIN/IPS/mv/jc/if/96