Mientras Brasil intenta sin éxito incluir el azúcar en el acuerdo de libre comercio del Mercosur, Argentina se queja de que Brasil no otorga a sus socios la misma libertad con que sus bancos se mueven en los otros tres países del bloque.
Esos temas están aún pendientes de resolución tras dos años de unión aduanera y en vísperas de la decimoprimera reunión del consejo del Mercosur, que se realizará en la ciudad brasileña de Fortaleza el lunes y martes próximas con la presencia confirmada de seis presidentes.
El semestre bajo presidencia pro tempore de Brasil no se caracterizó precisamente por la apertura del bloque hacia fuera. Las negociaciones con la Unión Europea están estancadas y fracasó el intento de un acuerdo preliminar con la Comunidad Andina.
Incluso el acuerdo de libre comercio con Bolivia corrió riesgos de no ser firmado en Fortaleza, por objeciones de Argentina en relación a lo acordado en relación al trigo, producto del cual logró una cosecha récord de 15 millones de toneladas.
El acuerdo será suscrito, de ser necesario en las instancias políticas, pero en función de las fiestas de fin de año los parlamentos no podrñan aprobarlo antes de la fecha prevista del 1 de enero y entraría en vigor como mínimo en el segundo trimestre de 1997.
Ante el fracaso de la apertura haciaa el exterior, la diplomacia brasileña presenta la cumbre de Fortaleza como la de la "diversificación" del Mercosur, con la profundización de la integración a nivel cultural y social.
A partir de ahora, un consumidor de cualquiera de los cuatro países del bloque podrá denunciar ante la justicia de su propio país a un productor originario de un país socr las numerosas investigaciones de dumping que abrió contra los demás socios de acuerdo a sus leyes nacionales.
En la cuestión del azúcar, uno de los productos aún excluídos del libre comercio, Brasil propuso adelantar para 1997 el inicio de la desgravación, bajando el arancel a 10 por ciento, para llegar a cero en el año 2001.
La propuesta fue rechazada por los demás países, que temen que la mayor competitividad de Brasil, el primer exportador mundial de azúcar, destruya sus cañaverales.
Argentina atribuye los bajos precios brasileños a los subsidios que ese país concede a la producción de alcohol carburante, cuya materia prima es la caña de azúcar.
Brasil espera para su azúcar el mismo tratamiento que concede a productos que sus socios le venden masivamente, como el trigo, el algodón y los lácteos, ya desgravados, señaló el jefe del Departamento de Integración de la Cancillería, Renato Marques.
Por otro lado, la burocracia impone distintas trabas, por ejemplo a la libre circulación de camiones en la frontera.
Los camioneros de los cuatro países del Mercosur y Chile harán coincidir con la cumbre, este lunes, una manifestación en tres puntos de la frontera, para reclamar mejores condiciones aduaneras y salarios equitativos, al nivel argentino que es el ms el evado.
El desempleo es otro problema común. Las centrales sindicales del bloque decidieron manifestar en Fortaleza y en las principales capitales de la subregión para protestar contra una inserción internacional que destruye empleos y produce mayor desigualdad. (FIN/IPS/mo/dg/if/96