GUATEMALA: Un largo camino hacia la paz

El conflicto armado interno que durante 36 años desgarró y dividió a Guatemala habrá concluido este domingo, cuando se firme el acuerdo de paz firme y duradera entre gobierno y guerrilla, pero para llegar a este día hubo que recorrer un largo camino pleno de dificultades.

El proceso de paz guatemalteco ha sido uno de los más complejos y difíciles de concretar en el área centroamericana y ha paado por diferentes fases y también por largos períodos de estancamiento.

Las negociaciones se remontan a 1986, cuando por iniciativa del presidente democristiano de la época Vinicio Cerezo (1986- 1990) se efectuó la cumbre de Esquipulas I en el oriente de Guatemala, en la que los presidentes centroamericanos fijaron las bases para la pacificación de la región.

En 1987 se llevó a cabo la cumbre de Esquipulas II en la ciudad de Guatemala, donde fue suscrito un "procedimiento para establecer la paz firme y duradera en Centroamérica".

El primer encuentro directo entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) se celebró en Madrid en octubre de 1987.

Según la Fundación para la Paz, la Democracia y el Desarrollo (Fundapazd), la reunión finalizó sin ningún tipo de consenso y más bien se acentuaron las diferencias entre las partes.

Fue el acuerdo de Oslo, de 1990, el que marcó el punto de partida y sentó las bases para el proceso de paz guatemalteco, considera Fundapazd. En la capital noruega se firmó el "acuerdo básico para la búsqueda de la paz por medios políticos", con el aval del gobierno de Guatemala y de la comandancia de la URNG.

En junio de 1990, la URNG suscribió un pacto con los partidos políticos para buscar una salida negociada al conflicto en la localidad de El Escorial, en las cercanías de Madrid, en seguimiento del pacto de Oslo.

La primera reunión directa entre representantes del gobierno y la guerrilla de Guatemala ocurrió en abril de 1991 en la ciudad de México.

Tres meses después, en julio, se firmó el primer documento sustantivo, el "acuerdo marco sobre democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos", llamado Acuerdo de Quertaro, en el que se planteaba la preeminencia de la sociedad civil.

También hacía énfasis en el desarrollo de la democracia, el funcionamiento efectvo de un Estado de Derecho, la eliminación de la represión política, el fraude e imposición electoral, las asonadas y presiones militares y las acciones desestabilizadoras o antidemocráticas.

Asimismo, contemplaba el respeto irrestricto a los derechos humanos, la subordinación de las fuerzas armadas al poder civil, el reconocimiento y respeto a la identidad y derechos de los pueblos indígenas, el acceso de toda la población a los beneficios de la producción nacional, que debe basarse en principios de justicia social.

Se tenía en cuenta además, el efectivo reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el conflicto armado interno.

Partiendo de ese compromiso, en marzo de 1994 gobierno y guerrilla firmaron el Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, el único que entró en vigencia desde esa fecha y permitió la iinstalación de la Misión de Naciones Unidas para la Verificación de los Derechos Humanos (Minugua).

De ahí en adelante, con crisis, estancamientos y presiones de la comunidad internacional, los gobiernos de turno debieron sentarse a negociar con la guerrilla para llegar a acuerdos concretos sobre cada uno de los puntos del Acuerdo de Quertaro.

En junio de 1994 se firman el acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento Armado y el de establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han causado sufrimiento a la Población.

En marzo de 1995, se firma el acuerdo de identidad y derechos de los pueblos indígenas, donde se reconoce que Guatemala es un país pluricultural, multiétnico y multilingüe, reconociendo en general a los pueblos mayas, xincas y garifunas.

El tema de aspectos socioeconómicos y situación agraria, que estancó durante algunos meses el proceso al finalizar el gobierno de Ramiro de León, fue firmado en mayo de 1996 bajo el mandato de Alvaro Arzú.

Por este pacto el gobierno se compromete a implementar cambios en la política y leyes agrarias y laborales, así como a investigar la tenencia dudosa de la tierra y la situación ociosa de las mismas.

En septiembre pasado se firma, también en México, el último de los acuerdos llamados "sustantivos", el de Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática, que contempla entre otras cosas la reducción de las fuerzas armadas en 33 por ciento.

A estos siguió la firma de los acuerdos operativos, suscritos en Europa este mese. El día 4 se firmó el de cese al fuego en Estocolomo, el 7 el de Reformas Electorales y Régimen Electoral en Oslo y, por último, el 12, en Madrid, el de Bases para la incorporación de la URNG a la legalidad.

Los acuerdos entrarán en vigencia este domingo.

Cuatro presidentes han pasado desde que se comenzó a hablar de paz en Guatenala, Vinicio Cerezo, Jorge Serrano, Ramiro de León, y ahora el conservador Alvaro Arzú, quien se llevará los aplausos por la firma de la paz.

El conflicto armado interno que comenzó en 1960 con un movimiento dirigido por cuadros militares jóvenes como Luis Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa, ha dejado en su transcurso un saldo de 150.000 muertos, un millón de desplazados internos, millares de viudas y huérfanos.

Ha dejado también más de 45.000 refugiados reconocidos principalmente en México y una sociedad dividida, sumergida en la pobreza y desgarrada que a partir del domingo deberán empezar a recomponer. (FIN/IPS/cz/dg/ip/96

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