Guatemala requiere alrededor de 100 millones de dólares para asegurar la paz. Sin ese dinero, que debería donar la comunidad internacional, el proceso de reinserción de los grupos armados fracasará, advirtió en México el comandante guerrillero Rodrigo Asturias.
"El asunto del dinero es medular, en El Salvador y Nicaragua no se le dio suficiente importancia y por eso hubo problemas", dijo a IPS Asturias, el único miembro de la cúpula de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) que no viajó a Europa a la firma de los últimos acuerdos con el gobierno.
Para lograr la reinserción y el cumplimiento de los más de 300 compromisos resultantes de la negociación, proceso que en lo principal se dará en un plazo de uno a cuatro años, el gobierno del presidente Alvaro Arzú y la URNG buscarán apoyo económico internacional, indicó Asturias.
El jefe guerrillero, que en noviembre se retiró del diálogo de paz iniciado en 1991, tras asumir la responsabilidad política de un secuestro, reconoció que será difícil conseguir los 100 millones de dólares, pues "el proceso de pacificación en Guatemala no ha despertado quizá la expectativa de otros".
El Acuerdo de Paz Firme y Duradera, con el que se pondrá fin a 36 años de una guerra interna que cobró más de 150.000 vidas, se firmará el día 29 en la capital de Guatemala, en un acto al que asistirán varios presidentes de la región.
Esto activará plenamente los acuerdos firmados los últimos años entre el gobierno y la URNG, incluidos los que este mes se concertaron en Europa -cese al fuego, reformas constitucionales y régimen electoral, y reinserción de la guerrilla-, y uno sobre el cronograma que se conocerá el día 29.
Según decidieron las partes, todos los acuerdos, que la URNG sostiene serán parte escencial de su programa como partido político, deberán ser verificados internacionalmente.
Asturias indicó que parte del dinero que requiere su país para avanzar hacia la paz deberá destinarse a la seguridad de la comandancia y militancia de la URNG, y a garantizar su tránsito hacia la transformación como partido político.
"No vamos a circular sin garantías", dijo Asturias, tras recordar que varios guerrilleros fueron asesinados en otros países de América Central luego de concluir el proceso de paz.
Aunque ahora están controlados, existen sectores que no están de acuerdo con las negociaciones y que en cualquier momento podrían atentar contra los miembros y simpatizantes de la guerrilla, afirmó.
Luego de la firma de la paz, la guerrilla inicirá su desmovilización concentrando unos 3.000 combatientes en ocho puntos ubicados a 12 kilómetros de las guarniciones del Ejército.
Vigilados por observadores internacionales, los guerrilleros, en su mayoría campesinos, entregarán sus armas a delegados de la Organización de las Naciones Unidas. Algunos se quedarán en los campamentos y otros regresarán a sus ciudades de origen.
Para avanzar hacia su transformación como partido y trazar sus estrategias políticas, la URNG creó entre marzo y abril un consejo político de 44 miembros, instancia donde por primera vez se encontraron dirigentes que por seguridad nunca se habían visto.
La URNG, creada en 1982 por la Organización del Pueblo en Armas, el Ejército Guerrillero de los Pobres, las Fuerzas Armadas Rebeldes y el Partido Guatemalteco del Trabajo, es la única guerrilla que aún no ha sido desmovilizada en América Central.
Asturias sostuvo que a diferencia de los grupos insurgentes que actuaron en países como El Salvador y Nicaragua en los años 70 y 80, la fuerzas de la URNG no tuvieron relación con el ex bloque socialista, lo que sin embargo no impidió críticas y ataques de Estados Unidos.
"Nosotros pagamos los costos de la guerra fría sin haber obtenido ningún beneficio", afirmó el comandante guerrillero. "Como revolucionarios siempre estuvimos muy solos, aunque eso no fue obstáculo para que apoyáramos a los compañeros de Nicaragua".
Asturias, hijo del Premio Nobel de Literatura Miguel Angel Astuarias, recordó que brigadas guatemaltecas viajaron a Nicaragua en 1979 para apoyar a la guerrilla sandinista en su ofensiva final contra la dictadura de Anastasio Somoza. (FIN/IPS/dc/ag/ip/96