/DROGAS Y NARCOTRAFICO/

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, anunció este miércoles el envío de dos proyectos de ley con severas penas a infractores que integra una campaña para reducir la mortandad provocada por la indisciplina y el alcohol en el tránsito.

El año pasado murieron en accidentes con vehículos automotores en Brasil 25.613 personas, casi la mitad en los estados más industrializados del sudeste: Sao Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais.

Los costos ascienden a más de 5.000 millones de dólares anuales, en pérdidas materiales, de vidas productivas, hospitales y asistencia médica, según las autoridades.

El Departamento Nacional de Tránsito estima en 350.000 el número de heridos del año pasado, cerca de 60 por ciento de los cuales queda con lesiones definitivas.

Brasil es considerado campeón en muertes en el tránsito, teniendo en cuenta la proporción de vehículos, pues supera ampliamente a otros países con mayor cantidad de automóviles.

El contacto reciente con motores veloces, las pésimas carreteras y el consumo de alcohol están entre las principales causas.

La mortandad creció acompañando el número de vehículos que circulan en el país. En 1961 el Departamento había registrado sólo 3.335 muertos, pero la cifra se triplicó en los 10 años siguientes y se duplicó en la década siguiente, para llegar a 19.762 en 1981.

Lo que se teme es un nuevo crecimiento explosivo con el aumento de las ventas de nuevos automóviles, que se duplicaron en los tres últimos años, en un nuevo empuje del sector que está atrayendo inversiones de numerosas montadoras de todo el mundo.

La tarea de combatir esa violencia "no es solo del gobierno", corresponde también a la sociedad, destacó Cardoso, considerando que las cifras de muertes y accidentes indican que Brasil aún no alcanzó la "civilización democrática".

Uno de los proyectos de ley que el presidente envió al Congreso prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en los comercios a orillas de carreteras. Una infracción costará a la tienda una multa de 5.000 dólares y el posible cierre temporal del negocio en caso de reincidencia.

Otra propuesta establece horarios de descanso para los conductores de camiones, obligándolos a una interrupción de una hora cada cuatro de trabajo y a un reposo mínimo entre los viajes más largos.

Los camioneros son responsables de gran parte de los accidentes, especialmente debido a la conducción ininterrumpida, muchas veces con el consumo de estimulantes químicos. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96

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