/DERECHOS HUMANOS/INFANCIA: Niñas trabajadoras más vulnerables al abuso que varones

Las niñas son afectadas de manera particular por fenómenos como el acoso sexual y la exclusión del sistema educativo, lo que los coloca en situación de mayor vulnerabilidad que los varones, señala el "Estado mundial de la infancia" elaborado por Unicef.

El texto, para el cual el "trabajo infantil explotador" es uno de los peores abusos contra los derechos de niños y niñas, será entregado este viernes por el representante de Unicef (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) en Venezuela y Colombia, Cecilio Adorna, al ministro de Trabajo de este último país, Orlando Obregón.

Unicef destaca el progreso alcanzado en la protección y garantía de los derechos de niños y niñas pero también señala que ninguna estrategia para combatir el trabajo infantil podrá ser exitosa a menos que tenga en cuenta sistemáticamente los peligros específicos que afectan a las niñas.

Cifras de la Organización Internacional del Trabajo indican que 44 por ciento de los jóvenes de entre 10 y 14 años que se estima trabajan en los paises en desarrollo son niñas, pero si se toma en consideración que muchas realizan sus labores en condiciones de informalidad el número sería mayor.

El trabajo de las niñas se da mayoritariamente se en las calles, vendiendo dulces o cualquier otra cosa, en los burdeles, o como sirvientas domésticas.

El informe toma como ejemplo un día en la vida de Marie, una haitiana de siete años que se desempeña como "restavek", tipo de sirviente infantil proveniente de una familia rural pobre a quien sus padres envían a vivir con una familia rica.

La jornada de Marie comienza a las cinco de la mañana, cuando debe ir hasta un pozo cercano para acarrear agua para el consumo doméstico con pesados jarros sobre su cabeza. A continuación prepara el desayuno para la familia y después lleva a la escuela al niño de la casa, de cinco años de edad.

A su regreso realiza labores de limpieza, hace las compras, ayuda a preparar el almuerzo y hacia el mediodía recoge al niño de la escuela, le cambia de ropa, le da de comer y luego lo conduce nuevamente al colegio para la jornada de la tarde.

Además, Marie debe barrer el patio, lavar ropa, limpiar la cocina por lo menos una vez al día y lavar los pies de la dueña de casa.

La niña se alimenta con las sobras de las comidas de la familia o recibe una ración de maíz, viste ropas harapientas, carece de calzado, duerme fuera de la casa en el suelo, no se le permite bañarse con el agua que ella trae del pozo y es golpeada regularmente si tarda en responder a una orden.

Marie forma parte de los millones de niños que según Unicef se desempeñan en el trabajo doméstico (nueve de cada 10 en el mundo son niñas), que es en gran parte clandestino y que se ha incrementado con el ingreso de gran número de mujeres al mercado del trabajo formal e informal.

Otra encuesta de la agencia de Naciones Unidas realizada en Ecuador sobre trabajadoras menores de 10 años demostró que 20 por ciento ejercía el servicio doméstico y 70 por ciento laboraba en el sector informal.

Las niñas trabajadoras de Ecuador, como en cualquier otro país de la región, tienen pocas posibilidades de elección acerca del tipo de trabajo que realizan y esa situación se acentúa en el medio rural.

Según Beatriz Bejarano, oficial encargada para Relaciones Externas de Unicef, las niñas trabajan más horas que los niños, se les paga menos, con mayor frecuencia se les niega acceso a la escolarización "y se les expone a peligros mayores que a los varones, como son la explotación sexual y el aislamiento".

La experta atribuye el tratamiento sesgado en el caso de las niñas al sistema de creencias y valores culturales, además de a los problemas de pobreza.

"Al trabajo de las niñas se lo mira como una buena preparación de lo que va a ser su vida futura", dijo Bejarano a IPS.

De manera general, se ven inmersas en un círculo vicioso, pues estan incapacitadas para asistir a la escuela por sus responsabilidades y si buscan trabajo fuera del hogar la falta de educación hace que deban ejercer tareas de escasa calificación.

Para Unicef, la sociedad también sufre las consecuencias de este dispar tratamiento de género, pues "está suficientemente comprobado que cuanto mayor es el grado de instrucción de una niña menos hijos tendrá" y cuantos más hijos tenga una familia pobre "más niños y niñas trabajadores habrá". (FIN/IPS/yf/dg/cr/96

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