Un estudio financiado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reveló que 70 por ciento de las mujeres de Haití han sido víctimas de alguna forma de violencia.
Estadísticamente, según el estudio, cada mujer haitiana puede llegar a ser víctima de violencia algún día.
El proyecto cubrió 1.935 casos de violencia contra mujeres que viven en las nueve zonas administrativas de Haití, y fue realizado en agosto y septiembre de 1995, con un costo de casi 17.000 dólares.
El estudio se hizo con la participación de 44 expertos, incluyendo 34 mujeres del Centro Haitiano para la Investigación y la Acción (CHREPROF).
La situación "es aún peor" cuando se considera que "aún no se escuchó la historia completa" debido a las amenazas de los hombres para evitar que las mujeres participaran en el proyecto, señaló Delicence Rony, directora de investigación de CHREPROF.
Las regiones del noroeste y sudeste de Haití son las más afectadas, respectivamente con 98 y 76 por ciento de mujeres que atestiguan incidentes de violencia contra ellas.
La violencia de naturaleza sexual, incluyendo violación, agresión, seducción y acoso sexual fue testimoniada por 37 por ciento de la muestra y 57 por ciento de las mujeres de la región central. Las violaciones representan 34 por ciento de los casos informados.
Evelyne Larrieux, especialista en el problema de la violación del no gubernamental Centro para la Investigación y la Acción (CRAD), cree que las cifras reflejan una importante subestimación cuando se refieren a casos de intimidación política.
Sólo en Martissand, vecindario del sudoeste de Puerto Príncipe, se registraron más de 100 violaciones durante el período de la dictadura militar, entre 1991 y 1994. Ahora, no obstante, la gente está dispuesta a hablar del tema, aunque la justicia tarde mucho en llegar, comentó Larrieux.
En 42 por ciento de los casos, se trató de personas que no tenían una relación directa entre sí, en 26 por ciento, de personas emocionalmente vinculadas, mientras en 24 por ciento de los casos los abusos provinieron de esposos o compañeros y 2 por ciento de desconocidos.
La violencia física fue la segunda forma prevalente, informada por 33 por ciento de las mujeres.
La violencia psicológica y social fue informada por 1,5 por ciento de las mujeres entrevistadas. La violencia psicológica adopta la forma verbal y es en general cometida por un esposo o familiar.
La violencia política fue informada por dos por ciento de las mujeres.
Aunque 81 por ciento de las mujeres dijeron haber sido víctimas entre los 10 y 34 años, 15 por ciento sufrió ataques antes de los 15 años, y tres por ciento antes de los 10 años de edad.
Los investigadores descubrieron, cruzando las cifras, que la mayor posibilidad de que una mujer sea víctima de violencia es a la edad de 10 años, mientras entre los 10 y los 19 años es un período crítico, donde se registran 44 por ciento de los casos.
La violencia sexual representa 46 por ciento del total de los ataques contra niñas, quienes tienden a ser víctimas en edades tempranas, 33 por ciento entre los 5 y los 9 años, 43 por ciento entre los 10 y los 14. La violencia física representa 34 por ciento del total de casos.
De los ataques contra niñas, 87 por ciento son cometidos por familiares o amigos de la familia, según el estudio. Los familiares cercanos son responsables de 30 por ciento de los casos de abuso sexual contra niños. Familiares lejanos cometen 48 por ciento de los actos de abuso.
En cuanto a las mujeres, 64 por ciento de los casos de violencia son llevados a cabo por un miembro de la familia o alguien cercano a ellas. Los maridos son responsables de 36 por ciento de los actos de violencia, en general abuso físico, el cual representa 40 por ciento de todos los casos.
La idea de que algunas disparidades en la pareja pueden favorecer la violencia doméstica quedó descartada por el estudio, ya que en 79 por ciento de todas las instancias de violencia, los ingresos de ambos cónyuges son iguales.
Otro factor que parece no facilitar la violencia doméstica es el nivel educativo. Los esposos que no terminaron la escuela tienen menos posibilidades de agredir a sus esposas, 40 por ciento contra 60 por ciento que recibieron educación.
No obstante, las mujeres alfabetizadas tienen menos posibilidades de sufrir violencia doméstica que las analfabetas (52 por ciento frente a 48 por ciento).
A menudo las mujeres mantienen el silencio. 45 por ciento no informó a las autoridades, temiendo consecuencias sociales (32 por ciento), venganzas (22 por ciento), o recursos judiciales (14 por ciento).
Aunque 90 por ciento de los hombres haitianos niegan haber sometido a violencia a una mujer, 80 por ciento puede pensar en condiciones en que sería justificado hacerlo, por motivos de adulterio (cuatro por ciento), desobediencia (siete por ciento), agresividad (nueve por ciento) y mal uso del dinero (61 por ciento).
El estudio critica la naturaleza discriminante del Código Penal Haitiano. El artículo 269, párrafo 2, por ejemplo, estipula que "el asesinato de la esposa y su pareja, o uno de los dos, por su marido, en flagrante delito del acto de adulterio cometido en el hogar conyugal, es excusable".
Eveline Pressoir, directora de la sección de capacitación de mujeres de UNICEF en Haití, dijo que "quisimos hacer este estudio para romper el silencio sobre este tema, a menudo malinterpretado y minimizado, considerado fuera de los límites para la discusión franca. Es tiempo de hablar del problema".
UNICEF intenta sensibilizar a los medios, escuelas e instituciones oficiales sobre la cuestión, con la entrega de 4.000 copias del estudio a quienes las soliciten. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/lp/pr-hd/96