Un balance de los progresos alcanzados desde la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1948, arrojó un saldo insuficiente.
"El potencial de la comunidad internacional es definitivamente mayor que los resultados obtenidos", evaluó este lunes José Ayala Lasso, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El funcionario trazó, en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos, un cuadro de los logros y de los desafíos que aún esperan en el sector.
Lamentablemente, está todavía lejos el día en que la tortura y el hambre se hayan erradicado totalmente y en que no haya más víctimas de violaciones de los derechos humanos, admitió.
Ayala Lasso se ocupó de los principales casos actuales de violaciones de los derechos humanos en el mundo y se preguntó "si se ha hecho todo lo que está al alcance para evitar la tragedia de las víctimas de Ruanda y detener la violencia en Burundi y en otros lugares".
Sólo el genocidio perpetrado hace dos años en Rwanda costó la vida de unas 500.000 personas, en episodios que aún repercuten con secuelas de violencia en la región africana de los Grandes Lagos.
El Alto Comisionado concluyó el pasado fin de semana otro viaje a Ruanda, donde constató una disminución del nivel de tensión después del retorno de unos 550.000 refugiados que se encontraban en Zaire.
Uno de los problemas más serios que encontró en Ruanda es la carencia de unas 400.000 viviendas. La situación se agravará con el problable regreso de casi medio millón de refugiados que se hallan en Tanzania, advirtió.
Una cifra similar de ruandeses refugiados deambula sin rumbo por la región oriental de Zaire, precisó.
La cuestión de la vivienda es fundamental, dijo Ayala Lasso, quién reveló que efectuará un plan piloto con el Banco Mundial para encarar planes de construcción.
"Se puede hacer mucho en favor de la promoción y protección de los derechos humanos trabajando en cooperación con instituciones de financiación y organismos de desarrollo", sostuvo.
La oficina del Alto Comisionado ha destacado unos 120 observadores en Ruanda y espera reforzar ese contingente en los próximos días con otros 25 funcionarios. El año venidero habrá unos 300 representantes del organismo en la región.
La labor de los equipos de derechos humanos se concentrará en las áreas de justicia, educación cívica, gendarmería y policía. En Ruanda se requiere "transformar la cultura del odio en cultura de la tolerancia", citó Ayala Lasso.
En Burundi, el Alto Comisionado cuenta con nueve observadores, sobre un total de 35 solicitados por el país africano. En Zaire, se inaugurará este martes una oficina de derechos humanos.
Hace dos semanas, Ayala Lasso firmó un acuerdo con el gobierno de Colombia para abrir una oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas en Bogotá. Una sede similar se instalará en Abjasia, Georgia, anunció el funcionario.
El organismo desarrolla también tareas de promoción y protección de los derechos humanos en la ex Yugoslavia, Malawi, Gaza, Mongolia y Camboya.
El presupuesto de la ONU para derechos humanos en los años 1996 y 1997 se eleva a 25 millones de dólares, que equivalen a 1,7 por ciento de las erogaciones de la organización internacional.
Ayala observó que "un dólar invertido hoy en derechos humanos es equivalente a miles de dólares ahorrados en asistencia humanitaria de emergencia futura".
Los derechos económicos, sociales y culturales están vinculados en pie de igualdad y con carácter indivisible a los derechos civiles y políticos, reafirmó. (FIN/IPS/pc/dg/ip-hd/96