Muchos "haratin" o negros africanos de Mauritania realizan trabajos no remunerados para sus antiguos amos árabes a cambio de ropa y comida, aunque no consideran que eso sea esclavitud.
Los moros bereberes esclavizaron negros africanos aun antes de invadir España, en el siglo VIII, y Mauritania sólo abolió la esclavitud en 1980. Según la interpretación local del Islam, los "amos" deben tratar a los haratin como si fueran sus hijos.
?Es esto esclavitud? El Congreso de Estados Unidos opina que sí, y en septiembre sugirió al gobierno que interrumpa toda ayuda militar y económica al país norafricano hasta que la práctica sea eliminada.
Sin embargo, el Departamento de Estado y la embajada de Estados Unidos en Mauritania creen que la esclavitud en esta nación "casi ha desaparecido".
Aun los propios haratin discrepan acerca de su condición. Mohammed ould Hamady, ex embajador de Mauritania ante la Organización de las Naciones Unidas, destacó que la esclavitud practicada en su país nunca fue como en Occidente.
"Los matrimonios mixtos siempre fueron comunes y aceptados" y "los negros esclavizados constituyen una clase con movilidad", señaló.
El emir de la ciudad de Atar es un haratin y "lo llamamos el emir James Brown", destacó Hamady, cuyo padre fue jefe de un poderoso clan morisco integrado por haratines y árabes bereberes.
Además, los esclavos no constituyen la casta más baja de la sociedad tradicional morisca. Ese lugar está reservado para los "znaga" (pastores), en su mayoría árabes bereberes, no negros, que "son más pobres que los esclavos y carecen de seguridad laboral", explicó el ex embajador.
Por otra parte, haratines como Messoud ould Bouljeir, líder del partido haratin Acción para el Cambio, afirman que miles de personas aún son esclavizadas, sin esperanza de ser libres algún día. "Muchos habitantes del desierto interior ni siquiera saben que la esclavitud fue abolida", destacó el activista.
Mientras, en el "Edboy" o sector esclavo de Bootlimit, una localidad en el extremo suroeste del desierto del Sahara, muchas personas aseguran no ser dueñas de su destino.
Imetha mint Sidaty, de 41 años, afirmó que nunca pudo casarse con el hombre que quería, y Gargayte ould Meyssa, de 35, declaró que se divorció de su esposa porque su amo no dejaba que sus hijos asistieran a la escuela y "no quería reproducir esclavos".
Para Kariya mint Mahomoud, de 42 años, lo más injusto es que cuando su padre murió, el amo de ambos heredó sus pertenencias. Los conflictos por la herencia de bienes de esclavos son bastante comunes y muchos casos llegan a los tribunales.
Otros que se autodenominan esclavos sostienen que no obedecen a ningún amo, mientras algunos que tienen amos afirman que éstos no tienen poder sobre ellos.
Hanna mint Souleymine, de 36 años, es una de las 25 esclavas nacidas a Mohammed ould Bihizirde, quien está en la miseria. "No tiene animales, esposas, hijos, dinero ni casa, y vive conmigo en el lugar de los esclavos", declaró.
La situación de Souleymine no es extraña. Con las sequías periódicas, muchos ganaderos perdieron sus animales y se mudaron a las ciudades con sus familias y esclavos.
Como resultado, la población urbana aumentó de 14 por ciento de la población en 1970 a 50 por ciento en 1992. En general, los esclavos se adaptaron mejor a la vida urbana que sus amos.
Si bien no todos los mauritanos concuerdan en la existencia de la esclavitud, la mayoría acepta que hay vestigios.
Hindou mint Ainina, director de Le Calame, uno de los principales periódicos independientes de la capital, argumenta que la esclavitud de su país es en gran medida psicológica.
"Existe la mentalidad de esclavo y la mentalidad de amo, y ambas deben cambiar", manifestó.
Otros consideran que la esclavitud es una necesidad económica. "Las sequías y la falta de actividad industrial contribuyen a la escasez de fuentes de empleo. ?De qué otra forma podrían sobrevivir un esclavo liberado y un amo empobrecido?", preguntó Habib ould Nahfoudh, secretario ejecutivo del grupo SOS Esclavos. (FIN/IPS/tra-en/dh/kb/ml/hd/96