El presidente de Belarus, Alexandar Lukachenko, fue hoy duramente criticado por varios delegados a la cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que sesiona desde este lunes y hasta el martes en la capital portuguesa.
Las críticas se centran en la reciente decisión del mandatario de retirar los poderes al parlamento electo y sustituirlo por un hemiciclo formado por diputados que le declaren su lealtad.
El primer signo fue dado el domingo, en vísperas del inicio de la cumbre, por el presidente portugués Jorge Sampaio, que lamentó "falta de disponibilidad" en su agenda para recibir a Lukachenko, al contrario de los demás jefes de Estado asistentes, que serán recibidos por el mandatario luso.
Durante los intervenciones de este lunes, la mayoría de los jefes de gobierno manifestaron serias preocupaciones por la crisis institucional de Belarus.
Lukachenko se limitó a responder sin esconder su irritación por lo que definió como "intentos de interferir en asuntos internos de Belarus", postura que sólo cuenta con el apoyo de la Federación Rusa, que no concuerda con un aislamiento de Minsk.
Leni Fischer, presidente de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, sintetizó el sentir de los delegados al declarar que "al adoptar esta política, el presidente Lukachenko aleja a su país de la familia de las naciones democráticas" del continente. (FIN/IPS/mdq/jc/ip/96