CUMBRE HEMISFERICA: Gobiernos se llenan las manos de compromisos

Representantes de 34 gobiernos de América se comprometerán este domingo en Bolivia a ejecutar 45 ambiciosas iniciativas contenidas en un plan de acción que pretende armonizar el desarrollo económico, social y ambiental.

La declaración y el plan de acción que serán firmados en Santa Cruz de la Sierra por los mandatarios que asistirán a la Cumbre Hemisférica sobre Desarrollo Sostenible proponen acciones concretas, a diferencia de lo sucedido en la Cumbre de las Américas celebrada en 1994 en Miami, Estados Unidos.

Estos documentos, a los que accedió IPS, ponen énfasis en cuestiones consideradas de carácter prioritario y con posibilidades ciertas de instrumentación.

A pesar de la oposición de las naciones más industrializadas en el proceso de redacción y debate, la declaración y el plan de acción reiteran las preocupaciones de los países de menor desarrollo relativo en materia de atención a la pobreza y a los grupos marginados, como a indígenas, mujeres y niños.

"Sin un combate decidido a la pobreza será imposible proteger la integridad del sistema natural que nos sustenta. Tratar de proteger nuestros sistemas ecológicos desconociendo las necesidades humanas constituye una imposibilidad política, moral y práctica", reza el proyecto de declaración.

El desarrollo sostenible, según los documentos, no presupone que todos los países se encuentren en un mismo nivel de desarrollo ni que adopten criterios uniformes para alcanzarlo.

Por ello, los presidentes reafirmarán el principio de que el desarrollo sostenible demanda una responsabilidad común pero diferenciada de acuerdo a la situación de cada país.

La Cumbre encargará a las naciones más desarrolladas la tarea de promover un serio esfuerzo por disminuir la contaminación y la degradación ambiental, y atender especialmente a las naciones menos desarrolladas, "cuyo esfuerzo para acortar la brecha del rezago debe ser significativamente mayor".

Por la variedad, complejidad y cantidad de compromisos, estas tareas han sido agrupadas en cuatro capítulos: recursos humanos y sociales, recursos naturales y ambientales, recursos de infraestructura económica y financiera, e instrumentación y seguimiento

En el primer capítulo, todas las iniciativas persiguen la reducción de la pobreza, la mejora en el acceso a los servicios de salud y educación, la ampliación de los niveles de nutrición, la expansión de las oportunidades de empleo y la promoción de la diversidad cultural que caracteriza al capital humano de América.

"Es necesario que haya una apropiada distribución de los beneficios del crecimiento, con equidad social. No puede ser sostenible el desarrollo que genera más pobreza, desigualdad e inequidad", dijo a IPS Horst Grebe, asesor especial de la Presidencia de Bolivia para la Cumbre.

Para el experto, el desarrollo sostenible implica la necesidad de impulsar el crecimiento económico de modo que se regeneren sus fuentes de expansión a través del dominio de la tecnología, el reciclaje de recursos financieros, la construcción de infraestructura y la rentabilidad social.

Al mismo tiempo, se requiere una apropiada distribución de los beneficios del crecimiento con equidad social y un equilibrio de las condiciones del proceso de utilización y regeneración de los recursos naturales, aseguró.

En tal sentido, los gobiernos de América se comprometerán a establecer un programa específico para garantizar el acceso universal al agua, mejorar la cobertura y calidad de los servicios de salud y erradicar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición.

Para esto, los gobiernos eliminarán los controles y restricciones del mercado que deprimen la producción de alimentos y el desarrollo rural, mientras en materia de educación se incorporará la educación multiétnica, pluricultural y multilingue.

Ante el desafío de ampliar la generación de empleo, los gobiernos promocionarán la microempresa y el microcrédito y crearán un sistema de apoyo a las organizaciones de microfinanzas coordinado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

En materia de recursos naturales, los presidentes asumirán el desafío de establecer un mercado común hemisférico de energía, a partir de la eliminación de los dispositivos políticos que distorsionan la producción y uso de energía contaminante.

Con respecto a los bosques, los gobiernos del continente evaluarán y conciliarán los derechos de tenencia, propiedad y uso de los recursos forestales, tomando en cuenta los intereses de las comunidades locales, nacionales, regionales y globales.

En cuanto a la biodiversidad, el objetivo que se fijará es la disminución de la tasa de pérdidas. Los presidentes establecerán un mecanismo interamericano de discusión que tendrá la finalidad de proponer estrategias de combate a las grandes amenazas contra la conservación de la diversidad biológica.

En el capítulo de recursos de infraestructura económica y financiera, el objetivo es que las actuales inversiones favorezcan de manera creciente la cooperación entre países en materia de desarrollo sostenible, el perfeccionamiento de la transferencia de tecnología y el financiamiento del desarrollo.

Y, para ampliar la democracia representativa con la democracia participativa, fortalecer los gobiernos locales y descentralizar los recursos, los gobiernos promoverán la representación ciudadana en los organismos que elaboran, aprueban y ejecutan políticas concernientes al desarrollo sostenible.

En opinión de Grebe, la cuestión más relevante del plan de acción desde la perspectiva de los países del sur es la concentración de recursos, política y acciones en torno a la educación y la salud de la niñez. (FIN/IPS/jcr/mj/ip dv/96

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