El idioma castellano debe su vigor, expansión y riqueza a la América de habla hispana, afirma el español Santiago de Mora y Figueroa, director del Instituto Cervantes.
Mora y Figueroa señaló a IPS tal circunstancia con ocasión de presentar el libro "La América real y la América mágica", de Mercedes Suárez, una española nacida en México, filóloga y socióloga, que ha ejercido como profesora de literatura española e hispanoamericana en Guatemala, Madrid, Washington y Managua.
La obra, de 450 páginas, reúne textos de 59 escritores de este siglo de 14 países latinoamericanos, en una ordenación basada en perspectivas sociológicas y antropológicas.
Suárez señala que su objetivo es mostrar las dimensiones socioeconómicas, políticas y psicológicas de un vasto territorio "que sólo en el campo de la literatura llegó a realizar el sueño unitario de Simón Bolívar".
Mora y Figueroa califica de milagro que el castellano siga existiendo y con una unidad mayor a la del inglés o el francés, a pesar de no haber contado con actividades de apoyo sustantivas por parte de los estados.
Recién desde 1992 existe en España el Instituto Cervantes, un organismo oficial creado para apoyar la difusión del castellano en todo el mundo.
Su director destaca que en la literatura hispanoamericana pasan cosas todo el tiempo, desaforadas e increíbles, porque sus creadores tienen el valor de recuperar el fuego de la vida, algo que hasta hace muy poco tiempo había desaparecido de la literatura española.
El libro de Suárez, concluye, ayuda a reconocer la deuda de la literatura española con la hispanoamericana ya que, insiste, "el español es lo que es gracias a los grandes creadores del otro lado del Atlántico".
La autora dice que América no solamente ha sabido enriquecer el castellano con la incorporación de términos locales y audaces innovaciones léxicas, a las que ella aporta un glosario amplio y oportuno.
Aquella región, además "ha logrado conservar, pulir y ennoblecer innumerables vocablos y modismos que, incluso en España, han sido desterrados por el empuje de anglicismos,galicismos u otros neologismos".
Suárez destaca que en todos los países hispanos de América, "el pueblo, tanto el culto como el llano, conserva y recrea bellísimas palabras y evocadoras expresiones que están en desuso en la Península".
El castellano es capaz de aunar etnias, nacionalidades y su literatura permite el acceso a un mundo fascinante en tipos, costumbres y tradiciones, a diferentes paisajes, a concepciones del tiempo y del espacio que no habían sido reflejadas en la literatura española, destaca.
Los textos del libro han sido seleccionados con la intención de reflejar la riqueza y renovación de las formas literarias, así como nuevas actitudes ante lo real y lo fantástico, que han dado lugar a cambios revolucionarioa en la estructura y contenido de todos los géneros.
Por último, advierte que la riqueza y singularidad de la Literatura Hispanoamericana residen en la relación íntima de la literatura española y las literaturas indígenas.
El mestizaje de filosofías y formas estéticas, aparentemente tan distintas, "ha encontrado su cauce en la lengua española y ha sido potenciado de forma original por la desbordante imaginación americana".
Todo ello, así como la pronta asimilación de otras literaturas contemporáneas, "ha universalizado sus formas y contenidos, dando lugar a la expresión artística que recientemente ha sorprendido al mundo".
La obra se divide en tres grandes apartados: Gentes, Naturaleza y Otros Escenarios y Realidades y Fantasías, completada con una bibliografía y un glosario del castellano de América.
En Gentes, trata de Los Indios, Funcionarios y oficinistas, Mujeres, Soldados y militares, Curas y Santones, Ricos, señoritos y aristócratas, La Madre, el tirano, Niñas y señoras, Gringos, Pobres y Mendigos, Negros y Mulatos, Guerrilleros y revolucionarios, Campesinos y Trabajadores y Habladores y vendedores de palabras.
En niñas y señoras, por ejemplo, incluye textos de Rubén Darío, Gabriel García Márquez, Manuel Mujica Láinez, Laura Esquivel y Carlos Fuentes.
En Cantinas y bares recoge unos versos de Nicolás Guillén: "Búscame, hermano y me hallarás/(en La Habana, en Oporto,/en Jacmel, en Shanghai)/con la sencilla gente/que sólo por beber y charlar/puebla los bares y tabernas/junto al mar".
El libro ha sido publicado por Ediciones Universidad Salamanca, de la Editorial de Salamanca, la que dio origen al dicho que sostiene que lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta. (FIN/IPS/td/dg/cr/96)