CUBA: Gobierno reacciona con inusual cautela ante presiones de UE

El gobierno de Cuba reaccionó con una cautela poco usual ante un documento de la Unión Europea que promueve presiones políticas y diplomáticas en favor de un tránsito hacia la democracia pluralista en este país caribeño.

A más de una semana de la última crisis diplomática con España, provocada por el retiro del placet al embajador en La Habana, las autoridades cubanas se han abstenido de un rechazo explícito al documento aprobado en Bruselas el lunes pasado.

El presidente del parlamento, Ricardo Alarcón, fue el primer alto funcionario que se refirió al tema, al afirmar el jueves que no le parecía "una modificación tan sustancial de la posición de la Unión Europea hacia Cuba".

La estrategia aprobada consiste en proponer a los miembros de la Unión Europea que aumenten sus presiones para lograr "mejoras en el área de los derechos humanos y las libertades democráticas" y recuerden al gobierno cubano su responsabilidad en materia de libertad de expresión y asociación.

Aunque la Unión Europea no recurre a sanciones económicas y mantiene su rechazo a la ley estadounidense Helms-Burton, que endurece el bloqueo económico a Cuba, condiciona cualquier ayuda o cooperación gubernamental de los 15 países miembros a reformas políticas en la isla.

Miguel Alfonso, portavoz de la cancillería cubana, aseguró que estas condiciones "no determinarán el rumbo de la política exterior de Cuba", que se realiza sobre la base de la no injerencia en los asuntos internos y el respeto a la igualdad soberana de los estados.

Según Alfonso, el gobierno del presidente Fidel Castro no emitirá ninguna declaración hasta tanto no reciba una comunicación oficial de la Unión Europea sobre la decisión tomada, por los canales diplomáticos correspondientes.

Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, consideró la decisión de la Unión Europea como "un gran paso hacia adelante" en la demostración de la preocupación internacional sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.

La rápida aprobación del gobierno de Estados Unidos al documento europeo pareció confirmar versiones que afirman que el presidente Bill Clinton podría volver a posponer el título III de la ley Helms-Burton.

El polémico capítulo, el más rechazado por los miembros del Tratado de Libre Comercio y de la UE, establece la posibilidad de llevar ante tribunales a empresarios extranjeros que comercien con propiedades de ciudadanos estadounidenses confiscadas por el gobierno cubano.

Según Alfonso, su gobierno "no está al corriente de los tratos" que hayan podido establecer la Unión Europea con Estados Unidos, pero habría que analizar cuánto se diferencia el nuevo documento de la posición asumida hasta el momento.

Cuba es el único país latinoamericano que no ha firmado un acuerdo marco de cooperación con la Unión Europea y la negociación se suspendió en mayo debido a las demandas europeas, que incluyen libertad para los presos políticos, espacio para la oposición y tránsito pacífico hacia una democracia pluralista.

Observadores locales aseguran que el gobierno cubano está más interesado en atraer inversiones y comerciantes europeos que en una ayuda que resuelve problemas urgentes pero no es definitoria para el desarrollo.

Fuentes comunitarias revelaron el 27 de noviembre en Bruselas, que el monto destinado por la Unión Europea a Cuba en ayuda humanitaria y cooperación disminuyó de 38,4 millones de dólares en 1995 a 18,7 millones en los primeros 11 meses de este año.

Cerca de 50 por ciento del intercambio comercial de Cuba se realiza con Europa, con una tendencia creciente en los casos de España, Francia, Gran Bretaña, Italia y Holanda, según la Cámara de Comercio del país caribeño.

España tiene más de 80 asociaciones económicas mixtas en Cuba y los intereses de una sola de esas compañías, la cadena hotelera Sol Meliá, supera los 50 millones de dólares.

En cuanto a Francia, 35 empresas mantienen inversiones en Cuba y una delegación de 60 empresarios de ese país, que visitó la isla a fines de noviembre, dejó encaminados otros 15 proyectos de negocios conjuntos.

También el mes pasado se realizó en La Habana una reunión para estudiar oportunidades de negocios e inversión en Cuba, a la que asistieron 58 empresarios provenientes de 12 países miembros de la Unión Europea.

Con más de 200 empresas mixtas creadas, Cuba considera la apertura a la inversión extranjera como una de sus prioridades para superar la crisis económica iniciada con la desaparición de sus antiguos socios comerciales de bloque socialista europeo. (FIN/IPS/da/ag/ip-if/96

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