COMERCIO: Reclaman transparencia y participación en la OMC

Más de un centenar de miembros de las dos cámaras del Parlamento Federal suizo observaron falta de democracia en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y le reclamaron transparencia y más participación para los sectores independientes.

Los legisladores suizos manifestaron al director general de la OMC, el italiano Renato Ruggiero, que "tanto en la OMC como en las esferas nacionales, los elementos esenciales son transparencia y participación".

La OMC desarrolla todas sus actividades en un plano de estricta reserva y a sus reuniones está prohibido el ingreso del público, incluidos los periodistas y los representantes de las organizaciones no gubernamentales (ONG).

La declaración entregada a Ruggiero, con la firma de 129 miembros del Consejo de los Estados (Senado) y del Consejo Nacional, subrayó que el acceso a la información es la única forma de sentar las bases para la formación de un juicio independiente sobre la OMC.

La OMC, que sucedió hace dos años al desaparecido Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), es definida como "la base jurídica e institucional del sistema multilateral de comercio".

Los parlamentarios suizos precisaron que el documento presentado a Ruggiero constituye un aporte para la preparación de la Conferencia Ministerial de la OMC que se realizará del 9 al 13 de diciembre en Singapur.

La reunión de Singapur evaluará la actuación de la OMC y los progresos alcanzados en la aplicación de los Acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT, firmados hace dos años en Marrakech, Marruecos.

Los legisladores dijeron a Ruggiero que la participación consultiva de ONG interesadas, tanto de la sociedad civil como del mundo empresarial, favorecerá el conocimiento de las políticas comerciales y aumentará la confianza.

La misma OMC aceptó, en un documento distribuido este martes, que otras ONG también demandaron un aumento de la transparencia institucional y de la responsabilidad pública de la entidad.

Durante una reunión con ONG del sector ambiental, convocada por la OMC, se expresó desagrado por la política de la OMC de impedir el acceso a sus reuniones a las entidades independientes.

Como consecuencia de las críticas, la OMC aceptó que algunas ONG participen en las sesiones públicas de la conferencia de Singapur.

La entrevista de Ruggiero con la delegación de parlamentarios, realizada este lunes, fue coordinada por la Coalición Suiza de Organizaciones de Desarrollo, que incluyó a representantes de Swissaid, Catholic Lenten Fund, Pan para Todos, Helvetas y Caritas.

Los legisladores expresaron a Ruggiero el avance que significó la reciente creación en Suiza del Centro Internacional sobre Comercio y Desarrollo Sostenible, un grupo independiente que se ocupa de la incidencia del comercio en otras áreas sociales.

"Aún debe hacerse mucho más para asegurar que las organizaciones privadas puedan participar con mayor facilidad en las actividades de la OMC y para que dispongan de acceso libre a la información", pidieron los legisladores.

La declaración introdujo un elemento innovador al proponer el establecimiento de nuevas formas de participación parlamentaria en los procesos de la OMC.

Los legisladores reactualizaron una propuesta del Secretario de Estado suizo, Franz Blankart, de creación de un Parlamento de la OMC, formado por miembros individuales de los estados miembros de la organización.

"Esta idea puede contribuir a compensar la falta de democracia en la OMC", indicaron los legisladores suizos.

La OMC cuenta con 128 estados miembros. Otros 28 estados, entre los que figuran China, Rusia, Ucrania y Arabia Saudita, tienen pendiente de aprobación su solicitud de incorporación.

Los parlamentarios pidieron que la OMC contribuya a la aplicación de los derechos laborales básicos en cooperación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La observación de los legisladores reactualizó uno de los puntos más conflictivos que aguardan a los ministros en Singapur: la llamada cláusula social.

Gran parte de los países industrializados, en particular Estados Unidos y Noruega, demandan que los acuerdos comerciales multilaterales se relacionen con el cumplimiento de las normas laborales y que la OMC intervenga en su vigilancia.

En cambio, los países en desarrollo, temerosos de perder las ventajas competitivas derivadas de sus menores costos laborales, rechazan la vinculación del comercio con la cuestión social y piden que el asunto siga en la órbita exclusiva de la OIT.

Los legisladores sostuvieron que uno de los mayores desafíos de la OMC y de sus miembros es la marginación de numerosos países, regiones y grupos de población, en un proceso acelerado tanto en el plano internacional como en el interior de los países.

Si emergiera una situación en la que los países ricos se beneficiaran de las nuevas normas comerciales de la OMC mientras que otros menos desarrollados se perjudican, la legitimidad de la tarea de la OMC se deterioraría, sostuvieron los consejeros suizos. (FIN/IPS/pc/ag/if/96

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