COLOMBIA: Posiciones distantes en debate sobre salario mínimo

En la negociación sobre el salario mínimo que regirá en Colombia en 1997 para 4,5 millones de personas se enfrentan empresarios y gobierno, que plantean un aumento compatible con la meta de inflación, y los trabajadores, que reclaman varios puntos más.

Las cifras para la negociación, van desde el 19,5 por ciento, propuesto por el Banco de la República (Central), hasta el 30 por ciento que pide la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT), con el argumento de devolver el valor real al salario.

La discusión del salario mínimo, de 140 dólares mensuales, se aborda en la Comisión de Concertación, integrada por el gobierno, empresarios y representantes de la CUT, la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Confederación General de Trabajadores de Colombia (CGTD).

De no llegarse a un acuerdo en la Comisión, el gobierno tiene la facultad de fijar por decreto el incremento.

El Banco de la República propuso un incremento de 19,5 por ciento, igual al de este año, para que sea compatible con las metas macroeconómicas fijadas el día 6.

El gobierno y el Banco de la República establecieron como metas para 1997 un crecimiento de la inflación de 18 por ciento, una devaluación de 15 por ciento y un crecimiento económico entre cuatro y 4,5 por ciento.

El gerente del Banco de la República, Miguel Urrutia, dijo que un incremento salarial muy superior a la meta de inflación podría afectar el programa macroeconómico y traería problemas para un plan de generación de empleos.

Pero los trabajadores han estimado inaceptable la propuesta, pues sostienen que los salarios no pueden considerarse como "un factor inflacionario".

El gobierno hizo para 1996 un ajuste de 19,5 por ciento con la proyección de un crecimiento de la inflación de 19,5 por ciento.

Pero la meta no se cumplió "lo que demuestra que los salarios no son inflacionarios y que hay otros factores que intervienen y que tienen mucho más peso", dijo a IPS el presidente de la CTC, Apécides Alviz.

La CTC considera que el incremento del salario mínimo no debe ser inferior a 30 por ciento, si en verdad el gobierno busca devolver su capacidad adquisitiva a los trabajadores.

El Consejo Gremial Nacional, que reúne a los 15 principales sectores de la producción, la meta de inflación no se alcanzará debido a que el gobierno violó los topes fijados, al permitir incrementos hasta de 35 por ciento en las tarifas de los servicios públicos, y a que no ha controlado el gasto público.

El índice del costo de vida cerró en noviembre con un incremento de uno por ciento respecto al mismo período de 1995 y un acumulado en el año de 19,6 por ciento.

Además, según algunos analistas, al finalizar el año el incremento estará cercano a 22,5 por ciento, lo que quiere decir que los trabajadores perderán cerca de tres puntos en su ingreso.

La CTC afirmó que el pedido de aumento de 30 por ciento se basa en una proyección de crecimiento de la inflación para 1997 de 22 por ciento, al que hay que agregar los tres puntos perdidos en 1996 y cerca de cinco puntos por el aporte que hacen al proceso de productividad.

En opinión de Alviz, la negociación del salario mínimo se presenta "difícil por las condiciones de deterioro en que se encuentra la economía y porque la posición del Banco de la República está bastante distante de la de los trabajadores".

La mayoritaria Central Unitaria de Trabajadores (CUT) también se apartó de la propuesta del Banco de la República y afirmó que el sector laboral no negociará una cifra inferior a 22 por ciento.

Alejandro Pedraza, directivo de la CUT, indicó que si no se logra un aumento acorde con las expectativas de los trabajadores el gobierno se vería en una situación "muy complicada" porque está poniendo en juego el perfil social que pretendió darle el presidente Ernesto Samper.

En una posición cercana al gobierno se encuentra el presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios, Jaime Cabal, quien indicó que el incremento debe ser similar al nivel del costo de vida con que finalice este año.

Para Ricardo Villeveces, presidente de la Asociación de Productores de Caña, la negociación "no va aser fácil" porque hay por las serias dificultades que afronta la economía, que afecta por igual a empresarios y trabajadores.

Según varios pronósticos, la economía crecerá este año tres por ciento frente a 5,1 por ciento de 1995. (FIN/IPS/yf/ag/if/96

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