Miles de turistas llegan a esta ciudad portuaria, ansiosos por dar la última mirada al notable paisaje del río Yangtze, el cual desaparecerá bajo la polémica represa de Tres Gargantas.
Los agentes de turismo utilizan la situación como carnada, con el resultado de un aumento sin precedentes de las llegadas a Chongqing, situada en el sudoeste de China, en la naciente del río, el cual recorre 6.400 kilómetros.
Cientos de miles de turistas se embarcan en un viaje de tres días de navegación por el Yangtze, para despedir Tres Gargantas, a unos 500 kilómetros al sur.
La promoción atrajo a más de 470.000 turistas chinos y extranjeros entre enero y septiembre de este año, un aumento de 37 por ciento en relación al mismo período el año pasado.
Las llegadas de extranjeros aumentaron 49,3 por ciento, a 138.400, entre enero y octubre, según la Administración de Turismo de Chongqing. Durante esos 10 meses, los ingresos en el sector alcanzaron 50,8 millones de dólares, 39,8 por ciento por encima del mismo período el año pasado.
Los turistas comenzaron a transitar la ruta a Chongqing en 1992, cuando China se preparó para inciar al represa de 185 metros. Cuando esté finalizada, la estructura será la mayor represa hidroeléctrica del mundo.
Activistas defensores del medio ambiente se opusieron a la construcción de la represa, diciendo que además de inundar sitios arqueológicos antiguos, causará el desplazamiento de más de un millón de personas y producirá la sedimentación del majestuoso río.
Pero los agentes de viaje pronto encontraron la frase propagandística para promocionar los viajes en barco en esta parte del Yangtze. "Despedida de Tres Gargantas" apela a la ansiedad de que se agota el tiempo para ver un paisaje durante largo tiempo admirado.
La consigna funcionó. Turistas de todo el mundo llegaron en masa a Chongqing. Sólo en 1992, el número de turistas extranjeros saltó a 120.000, a partir de 70.000 en 1991.
Pero las autoridades locales de turismo temen que la sobrepromoción de Tres Gargantas lleve a una caída drástica del flujo de visitantes, a medida que la obra progrese en los próximos años, en especial después del fin de 1997, cuando el Yangtze sea apresado en su cauce medio cerca de Yichang, en la provincia de Hubei, en el centro de China.
Más molestas están con lo que consideran una falsa impresión de que Tres Gargantas se desvanecerá a medida que avancen las obras de la represa, con la consiguiente pérdida del interés turístico.
Dos agencias locales de turismo, Overseas Tourism Corporation y Chongqing International Travel Service, publicaron un artículo criticando la "locura de la despedida", llamádola un "truco comercial para obtener ganancias inmediatas" que "estrangulará el futuro turismo en el curso del Yangtze".
No hay necesidad de despedirse de Tres Gargantas, porque la represa no estará finalizada hasta el 2010, sostuvieron las agencias.
Aunque el río Yangtzé será parcialmente bloqueado en 1997, su nivel de agua se elevará no más de 20 metros en los próximos seis años, lo cual prácticamente no afectará el pasaje a lo largo de las Gargantas, añadieron.
Incluso cuando el agua ascienda a 175 metros, el nivel elevado abrirá a los turistas 70 nuevos paisajes ahora ocultos en montañas inaccesibles.
"¿No es la propia represa una atracción magnífica para futuros viajes a esta parte de China?", cuestionó el artículo.
Chongqing es una parada popular de turistas en una ruta que une Beijing, Xi'an (hogar de los guerreros de la provincia de Shaanxi, en el noroeste), Tres Gargantas, Yichang y Shangai o Hong Kong.
Entre los encantos de Chongqing figura la cocina, con el solicitado "tesoro caliente", disponible en los restaurantes de la ciudad o los cientos de puestos a lo largo de la carretera, que se prepara directamente en la mesa.
Cuando los miles de luces de las viviendas se encienden por la noche, se reflejan en los dos ríos, el Yangtze y su tributario Jialing, que se unen en la ciudad. (FIN/IPS/tra-en/cf/js/lp/if/96