La oposición de Burkina Faso lanzó una campaña por la pureza de las próximas elecciones legislativas, aunque su menguada presencia en el Parlamento no permite esperar que pueda arrancar mayores garantías al gobierno.
Los partidos opositores han exhortado a diversos grupos de presión a sumarse a su campaña, pero han dado poca información sobre la forma en que piensan obtener unas reglas de juego limpias para las elecciones parlamentarias convocadas para abril.
Estas serán las segundas elecciones legislativas desde el advenimiento de la democracia multipartidaria en 1991, que permitió realizar las primeras en 1992. Este país de Africa occidental presenció el derrocamiento de cinco gobiernos por golpes militares entre 1966 y 1987.
El actual presidente, Blaise Compaore, llegó al poder a través de un golpe en 1987, pero se retiró del ejército para disputar elecciones presidenciales a finales de 1991, que ganó sin oposición.
Las legislativas celebradas a mediados de 1992 fueron juzgadas satisfactoriamente por los observadores internacionales, pero los partidos opositores alegaron la existencia generalizada de vicios de procedimiento.
La oposición acusa ahora, ante las próximas elecciones, de insuficientes garantías para la independencia de la comisión electoral, de la ausencia de un padrón electoral actualizado, de participación de los militares en la recolección de las urnas y de falta de financiación para los partidos opositores.
Los nueve legisladores del Partido por la Democracia y el Progreso (PDP), principal grupo opositor, se retiraron del Parlamento el 16 de noviembre, cuando fue derrotada una moción que proponía que las elecciones fueran organizadas por un cuerpo independiente.
La moción -que fue presentada por el PDP y otros partidos de la oposición- determinaba que el Comité Nacional para la Organización de Elecciones (CNOE) sería reemplazado por una comisión independiente.
No obstante, el gobernante Congreso por la Democracia y el Progreso (CDP) usó su aplastante mayoría en el Parlamento -donde controla 88 de los 107 escaños- para rechazar la propuesta, provocando la reacción del líder del PDP, Joseph Ki Zerbo.
"Los ciudadanos de Burkina Faso tendrán que juzgar el significado de esta negativa", declaró Ki Zerbo.
Los partidos opositores emitieron una declaración escrita en la que exhortan a "los sindicatos, la prensa y los movimientos defensores de los derechos humanos a participar y apoyar los actos que vamos a realizar en los próximos días y meses", aunque no dieron detalles de sus proyectos.
La oposición se vio sorprendida por la derrota de la moción en el Parlamento, ya que una propuesta similar había sido formulada por una comisión consultiva con presencia de representantes de los partidos políticos, incluso el CDP.
Según Halidou Ouedraogo, presidente del Movimiento por los Derechos Humanos y Populares, el hecho de que el presidente del CNOE sea designado por el Presidente de la República a propuesta del presidente de la Corte Suprema "es una distorsión de la democracia". (FIN/IPS/tra-en/bo/kb/arl/ip/96