La guerra entre el gobierno de Argentina y el ex ministro de Economía Domingo Cavallo se manifestó hoy en dos graves episodios que revitalizaron la imagen política del ex funcionario.
El ex interventor de la aduana Gustavo Parino, nombrado por Cavallo, fue detenido este miércoles por ser considerado autor mediato de contrabando. El ex ministro de Economía fue al aeropuerto, donde su antiguo colaborador sería detenido al llegar al país, pero se le impidió tomar contacto con él.
"Esta es una actitud vejatoria de los derechos humanos que revela la falta de seguridad y dignidad", denunció Cavallo, quien además advirtió que Parino "es el primer preso político" de este gobierno y que el segundo podría ser él mismo, que tiene cerca de una decena de causas en la justicia.
Cavallo asegura que el juez federal que ordenó la detención de Parino no es imparcial y reveló que el propio presidente Carlos Menem le había dicho cuando él era ministro que quería que se lo sometiera a juicio político por su desempeño.
Pocas horas después se realizó una protesta en la puerta de su domicilio con pancartas que rezaban "Cavallo ladrón" y "Cavallo corrupto". Luego se supo que la manifestación había sido organizada por sectores del gobernante Partido Justicialista (peronista).
Mujeres y niños llegaron hasta las puertas del edificio de Cavallo en autobuses. Una de ellas afirmó que venían a protestar porque el ex ministro era el "culpable de la desocupación y el hambre del pueblo".
Ramona Melgarejo, quien encabezaba la manifestación, dijo que la protesta se había realizado en forma espontánea, pero luego que el ex ministro salió de su casa a enfrentar a las mujeres, lloró y se defendió asegurando que él no era el ladrón, muchas de ellas se quebraron y admitieron haber sido utilizada.
El ex ministro tomó las manos de la mujer que lo acusaba de corrupto y le dijo: "yo pude haber cometido muchos errores, pero no soy un ladrón, ustedes quieren que vaya preso, ya hay un hombre inocente preso (Parino) y yo voy a ser el segundo inocente preso mientras los delincuentes seguirán libres".
Las mujeres luego admitieron la verdad.
"Nos dijeron que nos llevarían al mercado central a hacer una protesta porque querían cerrarlo y nosotras compramos allí porque es mucho más barato que en otros lados, pero no sabíamos que nos traían a la casa de Cavallo", dijo una de las manifestantes, que llegó acompañada con sus cuatro hijos.
"Si le decía a Cavallo la verdad, tenía miedo que no me llevaran de vuelta a mi casa y estoy con todos los niños", agregó la mujer.
Melgarejo confesó luego que un grupo de hombres que portaba teléfonos celulares las convocó y puso los autobuses a disposición para traerlos al centro de Buenos Aires. Esos hombres sostienen un comedor para niños en la provincia de Buenos Aires y pertenecen al Partdido Justicialista.
Más tarde, un dirigente jubilado, Raúl Castel, reveló a una radioemisora que hace cuatro días un grupo de dirigentes peronistas le ofreció llevarlos a la casa de Cavallo a hacer una protesta, a cambio de dinero y de "solucionar" una causa pendiente que tiene en un juzgado federal.
"Yo soy enemigo de Cavallo, no me interesa entrar en los problemas internos del gobierno, pero esta vez Cavallo dice la verdad porque a nosotros nos ofrecieron llevarnos a hacer esta protesta y nosotros dijimos que no", dijo Castells.
El ex ministro, quien hasta este martes insistió en acusar de "delincuentes" a los ministros del Interior, Carlos Corach, y de Justicia, Elías Jassán, y al secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, declaró sentirse "avergonzado de haber pertenecido a este gobierno".
Ciudadanos que escucharon a los manifestantes, a Cavallo y al dirigente jubilado llamaron a las radios para expresar su solidaridad con el ex ministro de Economía, pese a remarcar que estaban en contra de la política económica que aplicó durante su gestión, entre 1991 y 1996.
"Yo soy radical (opositor), pero estoy indignado con lo que están haciendo a este hombre, que está desenmascarando a todos los corruptos", dijo uno de los ciudadanos.
"Que se quede tranquilo el ex ministro, porque los argentinos sabemos bien cuando nos quieren engañar", expresó otra mujer.
Más tranquilo, Cavallo dijo que la protesta frente a su casa puso de manifiesto "un estilo de hacer política que hay que desterrar" de Argentina.
"Hacen ayuda social con dinero del Estado y a cambio de eso usan a la gente, compran su pobreza", afirmó Cavallo, quien dejó caer la sospecha sobre el presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri.
Cavallo fue separado del gobierno hace seis meses, tras una serie de enfrentamientos con varios miembros del gabinete. Desde entonces, el ex ministro debió enfrentar una serie de causas judiciales y las contrarresta con denuncias.
Una de las más sonadas es la que involucra al secretario de la Presidencia en el multimillonario caso de soborno en la informatización del Banco Nación, por la que se investiga a directivos de la empresa estadounidense IBM que habrían pagado 37 millones de dólares de comisiones ilegales.
En otra de sus graves acusaciones, Cavallo aseguró que el ministro del Interior le reveló que él mismo manejaba a los jueces y fiscales del fuero federal, el que se ocupa de las causas que involucran a miembros del gobierno. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96