AMERICA LATINA: Mal en pobreza, peor en equidad

Pocos países en América Latina han disminuido la pobreza pero prácticamente ninguno ha logrado acortar la brecha entre ricos y pobres, se afirmó en un encuentro internacional realizado en la capital de Perú.

La excepción la constituye Uruguay, país que a juicio de los expertos internacionales muestra alentadoras estadísticas macroeconómicas de crecimiento, disminución de la pobreza y redistribución de la riqueza.

Víctor Tokman, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América, señaló que si se quiere crecer sostenidamente no es posible plantearse la reducción de la pobreza sin cambiar la distribución del ingreso.

Esto lo reconocen incluso organismos como el Banco Mundial, cuyos análisis demuestran que los países que han crecido en los últimos 20 años han puesto atención especial en la equidad.

En América Latina parecería ocurrir una tendencia contraria, a juzgar por las estadísticas.

En Brasil, el 20 por ciento más rico gana 24,4 veces más que el 20 por ciento más pobre, en Colombia 15,5 veces más y en Chile, donde se logró disminuir la pobreza extrema de 17 a ocho por ciento en siete años, los más ricos ganan 12,6 veces más.

Esas cifras muestran una enorme disparidad entre ricos y pobres si se tiene en cuenta que en países como Japón, los más ricos ganan 3,4 veces más que los más pobres y en Estados Unidos, 8,9 veces.

"Son cifras para meditar y preguntarse cuánta desigualdad resiste una democracia antes de perder legitimidad", apuntó Luis Maira, ex ministro de Planificación de Chile.

Maira fue uno de los responsables del Programa Nacional para la Superación de la Pobreza en Chile, que entre 1987 y 1994 logró reducir los niveles de 45 a 28,5 por ciento, es decir de casi 5,5 millones de personas a unos 3,9 millones.

El ex ministro afirmó que a nivel macroeconómico Chile muestra cifras insuperables: el producto interno bruto (PBI) se duplicó en 11 años, las tasas de ahorro alcanzan 27 por ciento y las de inversión 28 por ciento, por encima del promedio latinoamericano.

De otro lado, la deuda externa se redujo de 16.000 a 7.000 millones de dólares, creció el empleo y el gasto social pasó de 59 a 70 por ciento.

"Pero nadie vive en la macroeconomía y una mirada más balanceada nos muestra un conjunto de problemas irresueltos que dificultan la vida de la población", afirmó Maira ante un panel de expertos convocados por la Universidad Católica de Perú para comparar los modelos de desarrollo social de ambos países.

Mencionó como una de las preocupaciones de los expertos, los problemas ambientales, que "ponen en tela de juicio la sustentabilidad del crecimiento" dado que casi 90 por ciento de las exportaciones chilenas son en base a recursos naturales.

Sin embargo, enfatizó que las condiciones favorables del crecimiento de la economía chilena permiten plantearse mejor el combate contra la pobreza y que se espera al terminar el año haber reducido aún más los porcentajes de pobreza e indigencia.

Como orientaciones básicas fácilmente aplicables en otros países de la región que combaten la pobreza, Maira recomendó incorporar a las personas pobres a los servicios básicos y equipamiento comunal, dotarlos de infraestructura social y reformular las políticas sociales.

"En América Latina avanzamos en términos de cobertura de servicios más no de calidad de los mismos y tan importante como la cantidad es la calidad y en ello se incluye no sólo la educación o la salud sino también la administración de justicia, que debe llegar a los más pobres', afirmó.

Además, señaló que se debe garantizar el acceso al trabajo y la generación de empleos, y mejorar la capacidad de gestión de los municipios pobres.

Miguel Irízar, obispo del Callao, el principal puerto peruano y una de las zonas con mayores "bolsones" de pobreza de la región de Lima, recomendó escuchar a los pobres antes de formular políticas de alivio a su situación.

"Nadie sabe más de pobreza que los pobres", dijo Urízar, quien aseguró que un diálogo directo con ellos permite identificar no sólo proyectos de gran aceptación popular sino conocer las causas de la pobreza.

La Iglesia Católica desarrolla una amplia labor de alivio a la pobreza en Perú, que es reconocida por las autoridades y organismos internacionales.

Por ejemplo, ejecuta 220 proyectos en 28 juridicciones eclesiásticas del país en las áreas de capacitación, producción y gestión empresarial de familias pobres, y administra un fondo rotatorio para más de 50.000 familias campesinas.

Segun Irízar, la inequidad social sólo puede ser combatida por un compromiso solidario de la sociedad civil, grupos de base organizados, empresarios, la Iglesia Católica y el Estado con una opción clara por la generación de empleo y garantía de los derechos ciudadanos.

"A la globalización de la economía debemos oponer la globalización de la solidaridad", afirmó el obispo católico. (FIN/IPS/zp/ag/dv-pr/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe