La economía latinoamericana mostró en 1996 crecimiento sin progreso social, con un aumento del desempleo, señala el informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el impacto laboral de la situación económica en el área difundido hoy.
El resultado económico regional en 1996 es positivo, pero el índice de empleo promedio es negativo y bajó hasta colocarse casi a los niveles de mediados de la década del ochenta, cuando la mayoría de las naciones del área estaba atrapada en la gran crisis de la deuda externa.
Esa crisis determinó la adopción de los programas de ajuste económico, que fueron presentados como un esfuerzo muy duro pero relativamente corto al cabo de los cuales el abatimiento de la inflación y el crecimiento compensarían las penurias sociales y salariales generadas por el propio ajuste.
En primer lugar, aunque es una condición indispensable, el crecimiento económico no es suficiente para mejorar las condiciones del empleo y el bienestar de la población.
Además, para obtener efectos saludables en la generación de empleos y mejorar los niveles salariales, se requiere una tasa de crecimiento no menor de seis por ciento, que debe sostenerse por varios años, pues cada caída de la curva deteriora la situación laboral.
Por otro lado, no es exacta la premisa que sostienen algunos economistas gubernamentales o ligados al sector empresarial privado, según la cual los salarios bajos generan mayor empleo, indica el estudio.
Del análisis de uno de los cuadros del informe de la OIT se desprende que la disminución de los salarios no provoca un aumento de las ofertas de empleo, y que es más importante elevar el nivel de la actividad productiva que comprimir los salarios.
La economía latinoamericana creció en promedio tres por ciento este año, en un panorama en el que los paises más afectados por la contracción registrada en 1995 lograron recuperarse, y la inflación promedio de la región continúa desacelerándose.
Pero la mejoría en estos dos indicadores fundamentales no se tradujo en un progreso de la situación laboral, según el informe, presentado por Víctor Tokman, subdirector general y director regional de la OIT.
Tokman señaló que el desempleo continuó en aumento en 1996, (un ocho por ciento global), el sector de empleos mal pagados es el que más creció en el período y los salarios detuvieron su leve tendencia a recuperar capacidad de compra, pese al éxito en el control de la inflación.
"El mensaje que parece emerger es que el crecimiento económico sigue siendo insuficiente para mejorar la situación del empleo y los salarios", resumió.
"Este poco alentador resultado en materia laboral encuentra, a su vez, explicación en las características de la dinámica de la economía latinoamericana", expresó.
"Muy pocos países han mostrado un crecimiento económico alto y sostenido en los últimos años, Chile, Costa Rica y Bolivia, que introdujeron y completaron su proceso de reformas hace algunos años", indicó.
"La mayoría se encuentra en una etapa intermedia, en donde el post ajuste estructural requiere afinamientos macroeconómicos, que inciden negativamente en la situación laboral", precisó.
Dos países que experimentaron problemas en 1995 lo superaron este año, México y Argentina, que lograron contener el aumento del desempleo e inclusive disminuirlo levemente.
Pero otros, como Brasil, Colombia y Perú, que estaban registrando un crecimiento aceptable, debieron en 1996 introducir nuevos ajustes para controlar presiones sobre sus desequilibrios macroeconómicos.
En este panorama económico, sólo dos países, Chile y Paraguay, registran en 1996 un desempeño laboral que la OIT califica como de relativamente alta calidad.
Otros siete (Argentina, Brasil, Barbados, Colombia, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay), muestran mejoras y deterioros en su mercado de trabajo.
En los restantes siete (Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Jamaica, México, Panamá y Venezuela), se produjo un desempeño laboral menos satisfactorio, caracterizado en la mayoría de los casos por el aumento del desempleo y la informalidad.
El informe de la OIT destaca también que hay una tendencia oficial para abaratar el costo del despido y que las reservas para casos de cese con causa tienden a ser reemplazados por fondos individualizados por comensación por tiempo de servicios, generalmente consignados en entidades financieras.
El documento llama la atención sobre la situación de 18 millones de niños latinoamericanos que están trabajando, la mayoría de ellos en condiciones de riesgo y afectando sus posibilidades de desarrollo humano y laboral futuro.
Tokmam indicó que la OIT firmó el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, dentro de una estrategia orientada a eliminar en primer lugar los trabajos que implican mayor riesgo, "que inclusive algunos adultos rehusan, y están siendo transferidos al sector más vulnerable de la poblacion". (FIN/IPS/al/dg/pr-lb-if/96