Las esposas de jefes de Estado y de gobierno de América concluyeron hoy en La Paz su Sexta Conferencia con un llamado a los pobres a participar como sujetos en la planificación, ejecución y seguimiento de las políticas sociales.
Al término de cuatro días de reuniones en La Paz, las primeras damas emitieron la "Declaración de La Paz", que contiene 24 puntos de conclusiones sobre los "derechos de la mujer en el marco del desarrollo sostenible".
En el encuentro previo a la Cumbre de América sobre Desarrollo Sostenible, que se celebra este sábado en Santa Cruz de la Sierra, 900 kilómetros al este de la capital, participaron representantes de 24 gobiernos del continente, incluyendo a ocho esposas de mandatarios.
La declaración denuncia que en América existen barreras para que los sectores más vulnerables de la población, y particularmente la mujer y la niñez, alcancen a desarrollar su potencial por completo y puedan ejercer sus derechos.
"Para alcanzar los retos del desarrollo humano sostenible, los gobiernos y las sociedades civiles debemos trabajar en forma responsable y solidaria, promoviendo condiciones de oportunidad y equidad que permitan desarrollar capacidades y participar en los procesos de toma de decisiones", dice otro punto.
Las llamadas primeras damas reconocen también el vínculo que existe entre lo social, lo político, lo económico y las condiciones ambientales, para garantizar "el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones presentes, sin comprometer el bienestar de las futuras".
Denuncian asímismo la violencia intrafamiliar como un problema de salud pública y una violación a los derechos humanos, que afecta de manera especial a las mujeres de todas las edades y grupos sociales.
En ese sentido, las esposas de presidentes exhortan a las autoridades de los países americanos a desarrollar políticas públicas orientadas a enfrentar de manera integral este problema.
Más adelante, instan a los gobiernos a acciones para promover el acceso equitativo de las mujeres a los procesos de toma de decisiones y a los espacios de poder en la vida pública y política.
Para ello, recomiendan formular e implementar programas específicos, siguiendo las orientaciones y las medidas acordadas por los gobiernos en la VI Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995.
El documento de las mujeres contiene un punto referido al convenio de paz firmado en Oslo el 4 de diciembre entre el gobierno y la guerrila de Guatemala, sobre el que expresan su beneplácito porque "concluye en un paso devisivo en el proceso de pacificación de ese hermano país".
Tras la conclusión de la conferencia, algunas participantes retornaron a sus países, mientras otras viajaron a Santa Cruz de la Sierra, para reunirse con sus esposos. (FIN/IPS/jcr/ggr/hd/96
