AMERICA CENTRAL: Iglesia previene a fieles contra secta Moon

Por segunda vez en los últimos 10 años, la Iglesia Católica de América Central previene a sus fieles contra las actividades de la coreana Secta Moon, a la cual califica de "lobo con piel de oveja" y "anticristiana".

La secta, dirigida por el reverendo surcoreano Sun Myun Moon, mantenía un perfil bajo en América Central desde mediados de la década del 80, pero retornó a la vida activa en los tres últimos meses con una aparente ofensiva para captar fieles de la Iglesia Católica.

Según un sondeo hecho por IPS en Panamá, Guatemala y Honduras, la secta invitó a decenas de católicos a un encuentro de mujeres efectuado a principios de noviembre en Montevideo, así como al foro "Las Américas en el Siglo XXI" realizado en Buenos Aires el 23 de ese mes presidido por Moon.

Previamente se realizó en Panamá un seminario para futuros activistas, donde varios conferencistas de la secta cuestionaron a la Iglesia Católica y señalaron que Jesucristo nació de una relación adúltera y no por obra y gracia del espíritu santo.

Debido a ello, y a que Jesucristo no procreó, Moon es considerado por la secta como el nuevo mesías tras recibir "la revelación" de Diós en 1936.

Con miras a enfrentar la nueva ofensiva, los obispos católicos de América Central clamaron la semana pasada en Panamá por un reforzamiento del evangelio con el fin de evitar "la contaminación" de la Iglesia con las ideas sincretistas de la secta Moon.

El saliente presidente del Secretariado Episcopal de America Central (SEDAC) y arzobispo de Panamá, José Dimas Cedeño, afirmó en el marco de la asamblea anual de esa entidad que "no hay que estar a la defensiva" ante la ofensiva de la secta Monn.

"Pero tenemos que saber que es peligrosa, que es un lobo con piel de oveja que engaña a la gente con falsas promesas", dijo.

El arzobispo de la capital de Costa Rica, Román Arrieta, afirmó por su parte que las iglesias de América Central tienen que prevenir a sus fieles y al mismo tiempo "enfrentar a Moon con el evangelio".

Previo a la reunión del SEDAC, la Conferencia Episcopal de Panamá divulgó una extensa carta pastoral en la que advierte no sólo contra la labor anticristiana de la secta, sino contra las prácticas políticas e ideológicas de Moon.

Entre otros organismos y personas vinculados a la secta Moon, la Conferecnia Episcopal panameña señaló a la organización Causa Internacional y al ex coronel del ejército coreano Bo Hi Pak como instrumentos de penetración ideológica y un mesianismo religioso de carácter anticomunista.

Bo Hi Pak -según la carta pastoral- no sólo participó en el golpe de Estado que en 1961 llevó al poder al ex dictador de Corea del Sur Chung Hee Pak, sino que fue quien cultivó las relaciones de la secta con varias dictaduras de la región en las décadas del 70 y 80.

Tras señalar que la secta Moon resalta los valores de la paz, la libertad y la democracia, la Conferencia Episcopal de Panamá preguntó de que forma se explica, entonces, que Moon y Pak hayan tenido amistad "con dictaduras conocidas por sus violaciones de los derechos humanos".

Además de las relaciones económicas que estableció Moon en las décadas de 1970 y 1980 con las dictaduras de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, donde posee negocios y propiedades, la secta cultivó una alianza política con el extinto hombre fuerte de Honduras, el general Gustavo Alvarez.

La secta financió a principios de la década del 80, a través de Causa Internacional, a la ultraderechista Alianza para el Progreso de Honduras (APROH), presidida por Alvarez, la cual ejerció funciones de gobierno paralelo hasta que fue disuelta en 1982 tras la caída del militar.

Sin embargo, durante sus dos años de vida la APROH propició la constitución de Honduras en plataforma contra el gobierno sandinista de Nicaragua y respaldó a los grupos paramilitares acusados actualmente de "desaparecer" a más de 180 opositores al régimen de Alvarez en la decada de 1980.

Desde Honduras actuaban grupos de la "Contra" de Nicaragua, respaldados por Estados Unidos, que en la primera mitad de la década del 80 pusieron a América Central al borde de una guerra generalizada.

La carta de los obispos panameños señaló que las legítimas críticas de la Iglesia Católica al marxismo "no pueden confundirse con el extraño anticomunismo de Moon", que "tiene su base en un mesianismo religioso que nada tiene que ver con el evangelio". (FIN/IPS/sh/ag/ip-cr/96

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