Un experimento de alta tecnología en Arabia Saudita puede ayudar al pueblo más pobre de la humanidad, los nómades de la región de Sahel, a salvar sus tierras de pastoreo evitando riesgos de desertificación.
Con teconología satelital, la Administración de Meteorología y Protección Ambiental (MEPA) de Arabia Saudita, brinda a tribus nómades de beduinos información que les permite evitar llevar su ganado a áreas de poca vegetación y suelos pobres, minimizando la desertificación.
El Proyecto de Respaldo Ambiental a los Nómades (ESON) utiliza dos sensores satelitales y un sistema de video en un avión para recolectar datos luego analizados para identificar las tierras más propicias para el pastoreo.
La información es luego publicada en diarios y emitida por radio y televisión. El MEPA también la difunde a través de sus trabajadores de extensión directamente a los jefes tribales, quienes asignan la tierra entre las familias y grupos.
"Esto ayuda a elevar el ingreso de los nómades, y a la vez reduce la presión sobre suelos frágiles", dijo Abdulbar al-Gain, presidente de MEPA, y añadió que "minimiza el riesgo de la degradación de la tierra".
El proyecto fue desarrollado con la ayuda de científicos de la Universidad de Arizona en Tucson, Estados Unidos, y tiene el apoyo técnico del Fondo Internacional de Estudios para el Desarrollo Agrícola (IFAD) en Roma.
Básicamente, los sauditas crearon un sistema de información geográfica utilizando conclusiones de estudios anteriores con nuevos datos satelitales. A su vez, recogieron información esencial de los propios beduinos, mediante una serie de detalladas entrevistas.
Esto hizo posible trazar un mapa de la región para identificar el tipo de tierra, los recuros hídricos superficiales y subterráneos, la vida silvestre y otros factores relevantes. Los satélites también brindan información vital sobre el clima, lo cual posiblita identificar las tierras para el pastoreo.
IFAD, junto a MEPA y el Ministerio Saudita de Agricultura, organizó en noviembre un taller internacional para evaluar el potencial de ESON para extenderlo a otros países, y en particular a aquellos en otras regiones áridas y semiáridas del mundo.
IFAD está involucrada en muchos proyectos antidesertificación en Sahel, explicó Taysir Mustafa, experto del fondo, y añadió que se estudia la posibilidad de trasladar el programa a Sahel, mientras se dialoga con científicos de China y Rusia capaces de dar pronósticos con seis meses de anticipación.
Durante el taller, los datos del proyecto saudita fueron examinados por científicos y organizaciones de distintos países, incluyendo la Administración Nacional Espacial y Aeronáutica de Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea.
ESON se basa esencialmente en modelos computarizados, y una vez que se desarrollen programas apropiados, será adaptado para ayudar a otras comunidades nómadas como los tuareg de Mali.
El proyecto se encuentra en su etapa inicial y está refinando sus modelos computarizados. La idea original fue planteada hace unos años por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), pero se descartó por su alto costo.
Pero ahora que los sauditas desarrollaron la base, la réplica y nuevas aplicaciones de la tecnología se hizo posible. Los nómades de Sahel no tienen televisión, pero sí algunas radios de onda corta. Pero IFAD se propone difundir la información sobre todo a través de la estructura social tribal.
Mustafa estima que el proyecto saudita estará finalizado en unos dos años, y llevará otros cinco replicar y adaptar el sistema para ser utilizado en otras regiones. (FIN/IPS/tra-en/jmp/rj/lp/en/96