¿Papel o plástico? Esta es una pregunta que la mayoría de los consumidores debe responder en los supermercados de Estados Unidos antes de que sus compras sean envueltas en la caja registradora.
El creciente uso de plástico de desecho aumentó las presiones de grupos ambientalistas para que los supermercados ofrezcan a sus clientes la opción de las bolsas de papel.
Pero el mayor productor mundial de algunos de estos envoltorios, -cartón reciclado y bolsas de papel-, está inlcuido en una lista de grandes contaminadores de Estados Unidos, e involucrado en polémicas ambientales en América Latina.
La compañía con sede en Chicago Stone Container Corporation, que ocupa el lugar 204 en la lista de 500 empresas estadounidenses con mayores ventas netas en 1995, por un valor de unos 7.400 millones de dólares, opera fábricas en Australia, Bélgica, Canadá, China, Francia, Alemania, México, Holanda y Venezuela.
Mark Lindley, gerente de relaciones públicas de Stone, afirma que las fábricas tienen "un programa ambiental completo que se encuentra entre los mejores de la industria de la pulpa y el papel".
Pero no todos están de acuerdo. Entre ellos, el Consejo de Prioridades Económicas, con sede en Nueva York, que el año pasado incluyó a Stone en su lista de mayores contaminadores de Estados Unidos.
En octubre, una afiliada de Stone en Montreal, Stone Consolidated Corporation, se convirtió en foco de un juicio en Quebec, cuando residentes la responsabilizaron de una inundación causada este verano tras la ruptura de un dique construido por la empresa para abastecer de agua a una de sus fábricas de papel para diarios.
Incluso el propio informe de octubre de 1996 de la Comisión de Seguridad y Cambio de Estados Unidos desmiente la imagen dada por Lindley.
Según ese informe, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) pretende que la firma pague una multa de 900.000 dólares por la contaminación causada por la planta de pulpa y papel de Arizona, que amenazó los lagos Dry Lake y Twin Lakes.
Stone también dijo haber sido llevada a juicio por el Departamento de Regulación Ambiental de Florida por la supuesta contaminación de aguas subterráneas en una fábrica de pulpa y cartón en Ciudad de Guatemala, cargos que la empresa saldó pagando una multa de 690.000 millones de dólares.
Poco más de dos años después, una explosión en la planta de Ciudad de Panamá mató a tres empleados e hirió a otros siete.
En enero, se abrieron dos juicios contra una planta de papel en Missoula, Montana, por el gobierno del estado y la Coalición Montana para la Salud, los Derechos Ambientales y Económicos y la Red de Bosques Nativos (NFN).
Los juicios procesan acusaciones de contaminación causada por el proceso de blanqueado con cloro en la planta viola la Ley de Aguas Limpias de Estados Unidos, y las emisiones de cinco icineradores violan la Ley de Aire Limpio de la federación.
Los activistas también afirman que el impacto de estas descargas se magnifica debido a que el valle que rodea Missoula atrapa la contaminación.
Lo que no se menciona en el informe del SEC, aunque ha tenido gran impacto, es la lucha lanzada contra Stone en Costa Rica. Los residentes de la Península de Osa, en la costa sudoeste, han protestado ante los planes de Stone para construir la mayor planta procesadora de astillas de América Central.
Originalmente, Stone planificó construir la planta en un delicado corredor entre los parques nacionales de Esquinas y Corcovado, donde jaguares, tapires y monos araña tienen su hábitat, mientras las aguas costeras cercanas son sitios de reproducción de delfines, tortugas y ballenas.
Protestas locales e internacionales forzaron al gobierno de Costa Rica a obligar a Stone a trasladar su planta de Punta Estrellado a Golfito, en septiembre de 1994.
Pero el traslado del sitio no alteró las intenciones de Stone de instalar árboles gremlina de rápido crecimiento en tierras licitadas y sitios dispersos en el país centroamericano, con la intención de talarlos cada seis años para alimentar la planta.
Residentes locales están indignados ante estos planes, y denuncian haber sido expulsados de sus tierras para permitir que Stone instale sus plantaciones, según la revista publicada en Washington "Multinational Monitor".
En la vecina Honduras, grupos locales dieron una batalla más exitosa contra Stone, frustrando sus planes de talar 4.000 kilómetros cuadrados de los últimos bosques del este del país, famosos por el libro y la película "La Costa Mosquito".
Denise Dallaire, portavoz de Stone en Montreal, dijo que la empresa deberá esperar para ver qué compensación ofrece el gobierno a las víctimas de las inundaciones antes de ofrecer un reasentamiento.
Stone está negociando un acuerdo fuera de las cortes con los activistas, el cual se alcanzaría en los próximos meses. (FIN/IPS/tra-en/pc/pz/lp/en/96