AFRICA: Los hombres se integran a la planificación familiar

Hasta no hace mucho, los principales criterios utilizados en Zimbabwe para definir "un verdadero macho" eran la cantidad de enfermedades de transmisión sexual (ETS) contraídas y el número de hijos.

Muchos hombres recurrían incluso a la exageración sobre la frecuencia con que padecían ETS, mientras las mujeres se dedicaban a la gestación y su opinión sobre el número de hijos que la pareja debía tener no era (ni lo es demasiado actualmente) tenida en cuenta.

Expertos en planificación familiar intentaban contribuir aconsejando y distribuyendo condones, píldoras y otros anticonceptivos, pero los resultados no compensaban sus esfuerzos.

Aunque el grado de concienciación entre las mujeres era alto, el uso de los anticonceptivos era muy escaso, ya que eran los hombres quienes tomaban las decisiones, no sólo en Zimbabwe sino también en otras partes de Africa.

Como resultado, la población de Africa continuó creciendo, de 224 millones en 1950 a 728 millones en 1995, y esto obligó a los expertos a repensar su estrategia. Esta vez, la campaña también está dirigida a los hombres.

No es una tarea fácil, dado que muchos hombres en Africa subsahariana consideran que la planificación familiar es algo que no les concierte, en especial porque los programas tradicionalmente estuvieron dirigidos a las mujeres.

"Cuando se introdujeron por primera vez los servicios de planificación familiar, la participación masculina era mínima", señaló Joyce Mujuru, ministro de Información de Zimbabwe, a los delegados de la Conferencia Regional de Africa sobre la Participación de los Hombres en la Salud Reproductiva, iniciada este lunes en Harare.

"Los hombres eran la mitad olvidada en los programas de salud reproductiva, y además los objetivos de éstos no eran presentados con claridad, por lo que se generaba desconfianza e ideas erróneas, particularmente entre los hombres", indicó.

No obstante, los hombres juegan un papel decisivo en el control de la natalidad, porque "en Africa y en muchas otras culturas son quienes toman las decisiones familiares y asumen la función de líderes comunitarios y religiosos", observó el ministro.

"Ellos toman la última decisión en materia de planificación familiar, y por lo tanto ignorarlos en los programas significa un riesgo para la sociedad en su conjunto", añadió.

Los hombres tienen poder en la familia y en la sociedad, por lo que pueden ser defensores o detractores clave del uso de anticonceptivos, según un documento distribuido en la conferencia por el Centro de Programas de Comunicación de la Universidad John Hopkins, de Estados Unidos.

Aproximadamente 73 por ciento de los hombres africanos aprueban el control de la natalidad, pero sólo 22 por ciento de las parejas utilizan métodos anticonceptivos, ya sean tradicionales o modernos.

La integración de los hombres a actividades de planificación familiar es el principal objetivo de la conferencia, la primera en su tipo en este país surafricano.

Más de 100 funcionarios gubernamentales y administradores de programas vinculados con la salud reproductiva procedentes de 15 naciones participan del encuentro, que finalizará el próximo viernes.

Un reciente estudio demográfico realizado por la Oficina de Referencia de Población, de Estados Unidos, descubrió que en la mayoría de los países los hombres son más propensos que las mujeres a desear más hijos.

Por ejemplo, en Senegal, donde promedialmente cada hombre casado tiene de cinco a seis hijos, 94 por ciento de los maridos quieren más o no están seguros. Sólo seis por ciento no desea aumentar su prole.

Aun a los países presentados como modelos de planificación familiar les queda mucho camino por recorrer, y uno de ellos es Zimbabwe.

"Pese a la existencia y a la aprobación de programas de planificación en Zimbabwe, como en otras partes de Africa, muy pocos hombres asumen un papel activo en la materia", señaló Peter Benedict, director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en Zimbabwe.

El principal desafío de la conferencia consistirá en definir de qué manera los hombres podrán participar del control de la natalidad y temas de salud reproductiva.

Cada vez menos personas espacían los nacimientos de sus hijos mediante métodos tradicionales como abstinencia periódica, retiro precoz o separación de las parejas durante períodos fijos luego de un nacimiento.

"Existe una gran necesidad insatisfecha de planificación familiar entre los hombres, ya que entre un cuarto y dos tercios de los africanos que no desean más hijos no practican ningún método de control", dice un documento de la Oficina de Referencia de Población distribuido en la conferencia.

Según el documento, menos de una pareja de cada cinco en todo el mundo utiliza métodos modernos de planificación familiar, y en Africa subsahariana, la proporción es una en 10, excepto Zimbabwe, cuya proporción es una en tres.

Sin embargo, en muchas partes del mundo, incluida Zimbabwe, las parejas que practican el control de la natalidad aún confían predominantemente en métodos femeninos. El uso del condón está en aumento, pero principalmente como forma de protección contra el sida y otras ETS.

En Zimbabwe se distribuirán este año 50 millones de condones, aunque sólo dos por ciento de las mujeres los utilizan como método primario de anticoncepción, de acuerdo con Benedict. (FIN/IPS/tra-en/lm/kb/ml/pr-he/96

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