El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad el envío de una fuerza multinacional a la región oriental de Zaire, atendiendo a informes de que cientos de miles de refugiados ruandeses retornan a su tierra natal.
El Consejo expresó en su resolución que la fuerza, bajo comando de Canadá, empleará "todos los medios necesarios", incluyendo la fuerza, para proteger el retorno de los refugiados a sus tierras y garantizar la prestación de ayuda humanitaria.
Aunque cientos de miles de refugiados ruandeses se dirigían hacia Ruanda desde el este de Zaire este viernes, se calcula que 800.000 refugiados de aquel país y de Burundi permanecen en Zaire a merced de la lucha entre el ejército de Kinshasa y los rebeldes "banyamulenges" tutsis de la región oriental.
La fuerza de unos 15.000 hombres, que será comandada por el general canadiense Maurice Baril -un ex asesor militar de la ONU-, incluirá tropas de siete países africanos y cinco europeos, Brasil, Estados Unidos, Argentina y el propio Canadá.
La resolución del Consejo establece que la fuerza terminará su misión a finales de marzo de 1997, pero muchos funcionarios de la ONU entienden que la mayor parte de las tropas podrá retirarse después de cuatro meses.
Estados Unidos, que enviará 1.000 efectivos a Zaire y otros 4.000 a países vecinos, probablemente pueda desplegar sus fuerzas rápidamente, tal vez a principios de la próxima semana, según fuentes estadounidenses en la sede de la ONU.
Otras naciones que preparan su participación lo más pronto como sea posible son Gran Bretaña, Francia, Malí y Sudáfrica, que ya están reuniendo fuerzas que puedan entrar en la región con rapidez.
La delegada permanente de Estados Unidos, Madeleine Albright, dijo a IPS que Washington trabaja junto con el gobierno de Ruanda sobre la necesidad de la fuerza. El representante británico, John Weston, dijo que la actitud del gobierno ruandés es "muy estimulante".
El espíritu predominante este viernes en la sede de la ONU era muy positivo, destacándose la satisfacción de los cooperantes de ayuda humanitaria porque el flujo de refugiados iniciado en 1994 hacia el exterior de Ruanda ahora se esté revirtiendo.
"Es posible que éste sea el momento que estábamos buscando", dijo en Roma el portavoz del Programa Mundial de Alimentos, Trevor Rowe. (FIN/IPS/tra-en/fah/jl/arl/ip/96