YUGOSLAVIA: Mayoría absoluta de oficialista en parlamento federal

La coalición encabezada por el presidente serbio Slobodan Milosevic logró mayoría absoluta en las elecciones para el parlamento federal de Yugoslavia, pero no logró el 75 por ciento necesario para la reforma de la Constitución.

El resultado de los comicios del domingo otorga a la alianza de izquierda conformada por el Partido Socialista (SPS) de Milosevic, sus aliados serbios y el Partido Socialista Democrático de Montenegro 84 de los 138 escaños de la cámara federal de diputados.

La nueva República Federal de Yugoslavia fue creada en 1992 por Serbia y Montenegro, un año después de la disolución de la antigua federación, que también englobaba a Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia y Macedonia, ahora estados independientes.

El proyecto de reforma constitucional para permitir a Milosevic convertirse en presidente de la República Federal necesita el apoyo de 104 diputados.

No obstante, las 64 bancas compartidas por el SPS y sus socios, la Izquierda Unida, un partido conducido por la esposa de Milosevic, Mirjana Markovic, y la Nueva Democracia, aseguran al presidente serbio su control de hecho sobre la federación.

La opositora alianza Zajedno (Juntos) logró 22 escaños y se situó por delante del ultranacionalista Partido Radical Serbio, al que corresponden 16 bancas.

Sólo 4.605.785 de los 7.587.692 ciudadanos habilitados para votar concurrieron a las urnas. La numerosa minoría albanesa boicoteó los comicios, y la nueva legislación sobre nacionalidad impidió la participación de los 600.000 serbios procedentes de Croacia y Bosnia-Herzegovina que están refugiados en la República Federal.

Tampoco pudieron sufragar los 400.000 ciudadanos entre 25 y 40 años que abandonaron el país desde 1991, ya que el gobierno no dispuso medios financieros para habilitar centros de votación en el exterior.

La abstención de la minoría albanesa dejó sin adversarios a 15 candidatos de la coalición gobernante.

"La coalición ha obtenido una resonante victoria. Junto con el Partido Socialista Democrático (de Montenegro) garantizará otros cuatro años de desarrollo en paz y el funcionamiento normal de la Cámara de Ciudadanos (diputados) del parlamento federal", declaró Ivica Dacic, portavoz del bloque oficialista.

Milosevic prometió a la República Federal trabajo y prosperidad al regresar de la ciudad estadounidense de Dayton, donde hace casi un año logró tal vez el mejor resultado posible para su país en los acuerdos de paz para Bosnia-Herzegovina.

Esas promesas "fueron como música para los oídos de muchos habitantes de Serbia, cansados de una guerra en la que no creían", dijo un diplomático occidental.

La economía de Serbia cayó en ruinas a causa de las sanciones que la Organización de Naciones Unidas impuso al país por instigar la guerra de Bosnia-Herzegovina, estallada en 1992.

El salario promedio se redujo de 500 dólares antes de 1992 a 150 en 1996. Pero la coalición gobernante utilizó su casi total control de los medios de comunicación para convencer al público de que Yugoslavia era "víctima de Occidente" y de sanciones "injustas".

Milosevic obtuvo en Dayton el gradual levantamiento del bloqueo, que se completará con la plena implementación del pacto de paz.

La alianza Zajedno consideró haber obtenido un triunfo moral, pese a que el respaldo recibido el domingo fue inferior al esperado.

"El resultado que logramos es un milagro, si se tienen en cuenta el bloqueo al que nos sometió la prensa (del Estado), la depuración de opositores del padrón electoral y la expulsión de nuestros delegados" de las mesas receptoras, afirmó el portavoz de Zajedno, Iván Kovacevic.

Slobodan Vuksanovic, del Partido Democrático, uno de los cuatro que conforman Zajedno, exhortó a sus socios a "permanecer unidos y prepararse para las elecciones del próximo año".

La oposición sólo presentó promesas vagas de cambio, frente al continuismo representado por los candidatos del oficialismo. "Muchos votantes optaron por el SPS como fuerza conocida. Prevalecieron el temor a los cambios y la desinformación", opinó el periodista Radosa Milutinovic.

"La coalición Zajedno es demasiado heterogénea para la gente común. En cambio, se sabe qué puede aguardarse del SPS", advirtió Zarko Korac, de la Universidad de Belgrado.

Korac destacó la fuerte votación del ultranacionalista Partido Radical Serbio (SRS), de Vojislav Seselj, "una clara señal de descontento de quienes creen que Milosevic traicionó a los serbios de Bosnia y Croacia".

El SRS se propone apoyar a los candiatos de la alianza Zajedno en la segunda ronda electoral, que el día 17 resolverá la integración de 110 de los 189 concejos municipales.

Seselj pidió públicamente a sus simpatizantes "no votar por la coalición izquierdista" de Milosevic, y la segunda vuelta será un mano a mano entre el SPS y Zajedno.

El apoyo a la coalición gobernante retrocedió en Belgrado, en los centros industriales de Kragujevac y Nis, y en Novi Sad, la principal ciudad de la provincia de Vojvodina. Se trata de bastiones del SPS.

Observadores estadounidenses aseguraron que no hubo grandes irregularidades en la votación del domingo. No obstante, Washington expresó reservas frente a la situación de la democracia en Yugoslavia y especialmente ante el control que el SPS ejerce sobre los medios de comunicación.

"Estados Unidos está profundamente preocupado por el desarrollo de las normas democráticas en Serbia y Montenegro", advirtió esta semana el portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns. (FIN/IPS/tra-en/vpz/rj/ff/ip/96

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