VENEZUELA: Gobierno logra exitosa recaudación de impuestos

El gobierno de Venezuela recaudó entre enero y octubre de 1996 4.269 millones de dólares en impuestos no petroleros, cinco por ciento por encima de sus metas, informó hoy la oficina de administración tributaria.

El logro significa que el programa de ajuste lanzado en abril según pacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) cumple con éxito su vertiente tributaria, una de las bases para enjugar el déficit fiscal, con lo que a su vez se busca abatir la inflación.

También significa garantizar el componente interno de los ingresos fiscales, para cerrar sin déficit o con uno leve, el ejercicio de 1996, cuando se gastarán casi 15.000 millones de dólares, según los últimos ajustes.

Estos ajustes han seguido la curva ascendente de ingresos petroleros, en el mejor año de la década, con precios por barril de crudo superiores a 17 dólares, en promedio, contra 14,40 dólares previstos en los borradores de presupuesto hace un año.

Otra meta que conforme al plan de abril fue "sobrecumplida", según dijo el ministro de Planificación, Teodoro Petkoff, fue la de mantener más de 12.000 millones de dólares en reservas, pues en las arcas del Banco Central hay más de 14.000 millones.

El gobierno también aceleró la privatización de empresas, una propuesta del FMI, y ha contenido la inyección de ingresos petroleros adicionales a la economía doméstica.

La meta de incrementar la tributación interna se ha cumplido, gracias en primer lugar a que el impuesto a las ventas pasó de una tasa de 12,5 a otra de 16,5 por ciento, y en 10 meses aportó al Tesoro 1.729 millones de dólares.

Cuando fue candidato en 1993, el presidente Rafael Caldera criticó el "recetario" del FMI, y en particular el impuesto a las ventas, que entonces consideró regresivo.

Aunque en Venezuela se le llama "Impuesto al consumo suntuario y ventas al mayor", el tributo se traslada al consumidor en forma gravosa para 84 por ciento de la población que vive en la pobreza.

Industriales y comerciantes comienzan a exasperarse con el impuesto a las ventas, piden su rebaja a 10 por ciento, y los empresarios del queso reclaman que se les excluya del tributo.

El consumo ha caído severamente en Venezuela -los industriales registran constante descenso de pedidos- en tanto la inflación resta como una de las metas incumplidas del plan de abril, pues en octubre repuntó a 4,1 por ciento tras el 3,6 por ciento de septiembre.

Eso aleja la meta de dos por ciento para diciembre. Una inflación controlada es requisito admitido oficialmente como necesario para reactivar la economía en 1997, luego que entre enero y octubre de 1996 los precios crecieron 91,5 por ciento.

Otra meta inconclusa, aunque el gobierno reivindica cumplirla en 90 por ciento, es la de programas sociales compensatorios, que en ayudas para alimentos, salud y útiles escolares debe gastar dos puntos del producto interno bruto: 500 millones de dólares.

Los programas sociales llegan a 60 por ciento de los 22 millones de habitantes de Venezuela, según cifras oficiales, pero aún parte del 40 por ciento que vive en pobreza crítica queda al margen de todo programa de asistencia oficial.

En cambio, la meta tributaria se cumple gracias al 40 por ciento de ingresos internos obtenidos con el impuesto a las ventas, pero también con aportes de impuesto sobre la renta, renta de aduanas, y otros.

Estos incluyen impuestos a licores, cigarrillos, estampillas que acompañan documentos oficiales, tributos sobre sucesiones, peajes en vías y, el más viejo y chico de todos, el impuesto por adquirir una caja de fósforos. (FIN/IPS/hm/ag/if/96

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