El consumo de alimentos en Venezuela continúa en descenso a pesar de que la inflación ha disminuido la velocidad que alcanzó a mediados de año, según la Cámara de la Industria de Alimentos.
En octubre la Cámara registró caídas en las ventas de pan y quesos (40 por ciento), leche líquida (30), en polvo (25), azúcar (25), pastas, pollo, huevos y cerveza (20), pescados enlatados y carnes (15 por ciento).
Los rubros cuyo consumo se incrementó fueron el arroz y la harina de maíz, ésta última base para elaborar la "arepa", un bollo de masa asada o frita que se considera el pan venezolano.
La Cámara registra descensos en sus ventas desde que en abril el gobierno lanzó un plan de ajustes que incluyó quintuplicación de los precios del combustible, liberación y alza brusca de precios y tarifas, fuerte devaluación y mayores impuestos.
El ministro de Planificación y principal defensor público del ajuste, Teodoro Petkoff, ha relativizado las cifras de la Cámara señalando que "si todas fueran ciertas, estaríamos como en la India, donde una persona va caminando por la calle y de pronto cae muerta por inanición".
El plan de abril provocó un salto inflacionario el segundo trimestre, y aunque se desaceleró en el tercero, repuntó en octubre (de 3,6 a 4,2 por ciento), para un acumulado en lo que va del año de 91,5 por ciento: no sólo la más alta de América Latina, sino que cuadruplica a sus lejanas "escoltas".
Ello significó una drástica reducción en la capacidad de consumo para la población que vive en la pobreza (84 por ciento según estudios privados,) y cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los 512 dólares de la cesta básica.
Peor aún es la situación de cerca de 40 por ciento de población que vive en la pobreza crítica, al no poder adquirir la cesta alimentaria, valorada en 250 dólares, y de 15 por ciento en "pobreza atroz", pues sus ingresos apenas equivalen a 40 por ciento de la canasta de alimentos.
Las centrales sindicales y partidos de izquierda reclaman que el ingreso mínimo, de 112 dólares, sea elevado al equivalente de la canasta alimentaria.
Directivos de la Cámara de Alimentos expresaron sorpresa por el declive de la demanda de alimentos en octubre, pues esperaban un repunte luego de las vacaciones escolares de agosto y los gastos que en septiembre causan a las familias las compras de uniformes y útiles para el nuevo año escolar.
Industriales y comerciantes apuestan a una recuperación de la economía en 1997 -de cuatro por ciento, según el gobierno, al cabo de tres años de recesión- y en lo inmediato a un repunte de las ventas de alimentos y vestidos con motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
El gobierno, que fijó como meta dos por ciento de inflación mensual en diciembre, ha expresado temor de que demoras en los ajustes de tarifas en el período mayo-septiembre le impidan cumplirla, así como bajarla aún más en 1997.
Según el presidente del gremio de los industriales, Pedro Carmona, si la inflación en 1997 supera 1,5 por ciento mensual "eso significará que todo el esfuerzo de la Agenda Venezuela (el plan de abril) se habrá perdido". (FIN/IPS/hm/jc/if/96