La suerte de la aerolínea Venezolana Internacional de Aviación (VIASA) se decidirá en una asamblea especial en enero, después que sus principales accionistas, la companía española Iberia y el gobierno, no lograron un acuerdo para su rescate.
El ministro de Inversiones, Alberto Poletto, indicó que no está descartado el cierre de la empresa, privatizada en 1991, cuando Iberia adquirió 60 por ciento de sus activos por 45 millones de dólares, con apoyo del banco local El Provincial.
"La última oportunidad para la empresa", según el ministro, será la asamblea del 15 de enero, en que deberán aparecer salidas sólidas y viables para rescatar VIASA y no tener que asumir "otra decisión" que no especificó.
Este miércoles se realizó una asamblea de accionistas, donde participó el presidente de Iberia, Xabier de Irala, y en la que el gobierno reiteró que su plan es deshacerse del 20 por ciento de acciones aún en sus manos. El restante 20 por ciento pertenece a los trabajadores.
El gobierno venezolano se ha negado a participar en la capitalización de la empresa, tal como volvió a proponer este miércoles Iberia.
Poletto dijo que la situación de VIASA es muy complicada porque tiene pérdidas acumuladas por 42 millones de dólares, una deuda de 90 millones de dólares y una contratación colectiva muy onerosa.
Los trabajadores de VIASA han hecho una propuesta para adquirir las acciones en manos del gobierno, en una salida que Poletto tampoco descartó, aunque se sabe que en su despacho duda sobre la viabilidad de la operación.
Iberia está atosigada por sus propios problemas financieros y por duras condiciones de la Unión Europea para financiar su rescate, que incluyen el cierre de parte de sus adquisiciones en Argentina, Chile y Venezuela. (FIN/IPS/eg/jc/if/96
