TRABAJO: Sin justicia social no hay mundialización sostenible

La mundialización de las industrias textil, del vestido y del calzado (TVC) acarreó abusos laborales y problemas de salud ocupacional en algunos países, advirtieron hoy representantes de gobiernos y empresarios y obreros del sector.

Para demostrar su carácter sustentable, la mundialización debe venir acompañada de la justicia social, previno una conferencia tripartita realizada bajo los auspicios de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

La industria, que ocupa 23,6 millones de obreros sólo en el sector formal y hasta 10 veces más contando al informal, cambió radicalmente su fisonomía en los últimos años al desplazarse la producción y las importaciones de los países industrializados a las naciones en desarrollo.

Pero con la transformación de la industria proliferaron los centros de explotación de trabajadores que "causan preocupación" a empresarios, sindicalistas y gobiernos que sesionaron esta semana en Ginebra.

"La lucha contra el trabajo clandestino debe intensificarse" en la industria TVC, dijo una declaración emitida por la OIT al término de la conferencia.

La competencia desleal de empresas que no cumplen con sus obligaciones legales y fiscales, explotan a sus trabajadores y distorsionan los mercados, ejerce presión sobre los salarios y sobre las condiciones laborales.

La forma de contrarrestar esa competencia es una acción tripartita eficaz y coordinada en las esferas nacional e internacional, dirigida contra las plantas donde se explota a los trabajadores.

Los cambios en la industria trajeron aparejada una nueva distribución de la producción y del empleo en el mundo, con pérdidas de puestos de trabajo y la aparición de ocupaciones inseguras tanto en países desarrollados como en desarrollo, comentó el documento final.

Sin embargo, ha sido positivo en conjunto el efecto en los niveles del empleo en un plano mundial, opinaron los conferenciantes.

La conferencia sostuvo que "en un ambiente caracterizado por un estancamiento relativo de la demanda y por una competencia más exigente entre fabricantes, comerciantes y países, las empresas de TVC necesitan adaptarse para sobrevivir".

La declaración recomendó "más flexibilidad en la operación de las empresas".

Las zonas francas industriales tendrán que establecer vínculos económicos con el resto de la economía y respetar los derechos humanos básicos para evitar convertirse en una expansión "tipo enclave".

Las tres partes coincidieron en que las organizaciones de empresarios y obreros deberían cooperar con la finalidad de reducir los costos laborales no salariales de manera que no tengan impacto negativo en las remuneraciones y en los beneficios.

Como ejemplo, la declaración mencionó la introducción de programas modernos de gestión de seguridad y salud para limitar los accidentes y las enfermedades laborales y los costos asociados que producen.

Los delegados evaluaron que "una condición para asegurar el respeto de los derechos humanos y laborales básicos y para mantener y mejorar las condiciones de trabajo es el cumplimiento en todos los países de la totalidad de las leyes que obligan a las empresas".

La declaración final exhortó a los estados miembros de la OIT a ratificar y aplicar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y las convenciones de la OIT sobre Edad Mínima, Trabajo Forzado y Abolición del Trabajo Forzado.

Los Estados miembros de la OIT reclamarán a los empresarios del sector que adopten políticas para eliminar el uso del trabajo infantil en las etapas del proceso de industrialización y comercialización. (FIN/IPS/pc/jc/lb-if/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe