La aprobación por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) de un préstamo por 234 millones de dólares a Tanzania acelerará la privatización de empresas estatales y refinanciará la deuda bilateral de esa nación de Africa Oriental.
La primera cuota del préstamo de 37 millonersd de dólares, que estaba retenida desde octubre debido a quejas sobre corrupción del gobierno, demoras en las privatizaciones y pasividad en la reforma fiscal, estará disponible desde el 27 de noviembre, anunció el FMI.
El préstamo está ligado a un programa de ajustes estructurales de tres años. Bajo sus términos, el gobierno del presidente Benjamin William Mkapa, que ya lleva en el poder 11 meses, deberá acelerar la venta de las empresas públicas.
Con el nuevo crédito en la mano, Mkapa está en libertad de acercarse a los gobiernos acreedores del Club de París para refinanciar la deuda bilateral de Tanzania.
La refinanciación, quinta por parte de Tanzania, debería ser "casi automática", declaró Mkapa a IPS en octubre, cuando se reunió con funcionarios del FMI y predijo que aprobarían el préstamo.
Tanzania gasta cinco dólares anuales por persona por servicios de la deuda, en comparación a los dos dólares per capita en el sector de la salud, apuntó el mandatario.
Previsiblemente, la decisión del FMI librará tambien alrededor de 100 millones de dólares en nuevos préstamos del Banco Mundial.
En ese sentido, el FMI espera que Tanzania logre un producto interno bruto (PIB) real del seis por ciento anual, un promedio de inflación del cinco por ciento y reservas oficiales equivalentes a las exportaciones de tres meses.
Al término del año fiscal 1996-1997, el FMI confía que el PIB real alcance el cinco por ciento, la inflación descienda 15 por ciento y las reservas oficiales sean suficientes para cubrir 10 semanas de importaciones.
"Para alcanzar esos objetivos, la política fiscal deberá tratar de mejorar las operaciones de ahorro del gobierno para reducir la dependencia presupuestaria sobre financiación extranjera", expresó una declaración del FMI divulgada el viernes pasado.
"La recaudación será afianzada mediante la eliminación de importantes fuentes de pérdida de ingresos, como el cobro de gravámenes atrasados, racionalización de la cantidad y tipo de depósitos aduaneros, y ampliación de la base impositiva".
El FMI admitió que el país sigue siendo vulnerable al deterioro en términos comerciales y otras "sacudidas" externas, relacionadas con la economía global. La agencia espera que los líderes políticos tanzanianos "pongan en marcha las políticas de ajustes y estén listos para adoptar medidas adicionales si son necesarias".
Mkapa ha tenido que luchar duramente para obtener el préstamo del FMI a través de su filial concesionaria, el Departamento para Intensificar Ajustes Estructurales (ESAF).
Al anunciar su decisión, el FMI citó "el sustancial progreso de Tanzania con las reformas estructurales en los últimos años" y, especialmente, desde que Mkapa asumió el poder en noviembre, tras ganar las primeras elecciones multipartidarias del país, que la oposición boicoteó.
Mkapa equilibró el presupuesto gubernamental mediante el despido de 30.000 empleados estatales y el licenciamiento de otros 10.000 para fin de año.
También creó una comisión contra la corrupción y una oficina recaudadora independiente, en un intento de calmar a donantes roídos por la práctica oficial de conceder excepciones impositivas arbitrarias para favorecer a empresarios.
Los donantes manifestaron su disgusto con el congelamiento de la asistencia, calculada en 1.000 millones de dólares anuales en 1994.
A fin de año, Mkapa espera haber equiparado los aranceles de importación en el continente y la isla de Zanzíbar, cerrando así el llamado "círculo vicioso de Zanzíbar". Como los aranceles son inferiores en la isla, los buques contenedores descargan allí y luego las mercaderías son contrabandeadas al continente.
Mkapa ya ha privatizado cerca de un tercio de las 382 empresas públicas de Tanzania, según el FMI y, bajo el nuevo préstamo, "se ampliara el programa de privatizaciones", en particular, la restructuración y privatización de las dependencias públicas "tendrá la máxima prioridad".
Gran parte de los esfuerzos del gobierno se concretaron por la insistencia y la directa supervisión del FMI.
Aprovechando la oportunidad brindada por la asunción del nuevo gobierno, un equipo de vigilancia del programa, perteneciente al FMI, comenzó a actuar en junio de 1996.
Los préstamos de ESAF tienen un interés del 0,5 por ciento y son amortizables en 10 años, con un período de gracia de cinco años y medio. (FIN/IPS/tra-en/aa/yjc/ego/if).
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