El régimen islamista de Sudán reunió hoy unas 50.000 personas en una manifestación convocada para rechazar una inminente sanción internacional por supuestas actividades terroristas de Jartum, auspiciada en la ONU por Estados Unidos.
Varios dirigentes del régimen arengaron a la multitud reunida este jueves en Jartum, y todos ellos satanizaron por turno a Estados Unidos por su protagonismo contra Sudán en el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Washington es visto en Sudán como el instigador de un proyecto para que el Consejo de Seguridad castigue a este país por el papel que supuestamente le cupo en el atentado contra el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, cuando se encontraba en la capital de Etiopía, Addis Ababa, en junio de 1995.
La demostración -que fue la mayor concentración popular jamás organizada en Sudán- coincidió con la expiración del plazo de 90 días otorgado por el Consejo de Seguridad a Jartum, el 16 de agosto, para conceder la extradición de tres hombres sospechosos del intento de asesinar a Mubarak.
Si el gobierno no entrega los sospechosos a Etiopía para que puedan ser juzgados, el Consejo decidirá sobre una propuesta de sanciones a Jartum, incluyendo la prohibición internacional de los vuelos de la compañía aérea sudanesa, Sudan Airways.
El gobierno sudanés alega que ninguno de los sospechosos se encuentra en este país.
El primer vicepresidente de Sudán, mayor general Al Zuiber Mohammed, aseguró a los manifestantes que el verdadero blanco al que apunta la propuesta de sanciones es el derrotero islámico escogido por Sudán. "La Revolución Salvadora no se apartará de su línea islamizadora, cualquiera sea el precio que deba pagar".
Revolución Salvadora es el nombre oficial dado al proceso que comenzó con el golpe militar de 1989, que llevó al poder al general Omar el Bashir.
En referencia a la posibilidad de que la ONU decrete un embargo, Mohammed exclamó: "Luchamos contra el gran Satán, pero yo os digo que el embargo no nos desviará del camino elegido por nuestro pueblo. Estamos dispuestos a morir en esta guerra. Nuestras almas gobernarán este país".
"El embargo no va dirigido contra Sudan Airways. El blanco elegido es nuestra fé, nuestro Islam y nuestra determinación. Pero con fé, la nación musulmana ganará un día la guerra contra Satán. Somos los ángeles de Dios. Ningún poder de esta Tierra puede vencer la voluntad de Alá".
El gobernador del estado de Jartum, Mazoub Al Jalifa, disipó cualquier duda sobre quién es Satán. "El gran Satán es Estados Unidos", aclaró el político, que es miembro destacado del Frente Islámico Nacional, columna vertebral del régimen.
Al Jalifa pidió a los sudaneses que apoyen con firmeza a su gobierno, para vencer a los enemigos del Islam. "No podemos hacer frente a tan grandes retos sin vosotros", afirmó.
"Vosotros sois los verdaderos responsables de las decisiones, no el gobierno. Hemos elegido la tarea más difícil, pero estamos unidos. Podemos vencer y derrotar a nuestros enemigos".
La mayor parte de las pancartas que portaban los manifestantes atacaban el papel de Estados Unidos en el Cuerno de Africa o pedían al gobierno que no retroceda en su sendero islamista.
En la jornada permanecieron cerradas todas las escuelas, tiendas y oficinas públicas, para facilitar la concurrencia de la gente a la manifestación. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/arl/ip/96