SUDAN: El pueblo debe pagar más para la guerra de Jartum

La decisión del gobierno de Sudán de aumentar los impuestos con el fin de recaudar 20 millones de dólares adicionales para su guerra contra los rebeldes del sur y otros grupos opositores armados causó indignación entre los trabajadores sudaneses.

El dinero extra se necesita para compensar la ayuda militar de Estados Unidos a las vecinas Eritrea, Etiopía y Uganda, explicó el lunes al parlamento el ministro de Defensa, general Hassan Abd al Rahman, poco antes de la aprobación de su propuesta de recaudar fondos adicionales para equipar y entrenar al ejército.

La medida responde a la aprobación de Washington de una ayuda de 20 millones de dólares en equipos militares no letales a Eritrea, Etiopía y Uganda, a quienes Jartum acusa de apoyar grupos rebeldes.

"Nuestras fuerzas armadas actuaron con eficacia en los últimos años, pero la situación cambió porque la comunidad internacional y países vecinos respaldan a grupos hostiles al gobierno", señaló Rahman.

"El ejército necesita apoyo político y militar", por lo tanto "debemos reequiparlo para que sea capaz de proteger a la nación", agregó el ministro.

La televisión sudanesa difundió el lunes por la noche imágenes de personas que realizaban contribuciones voluntarias en respuesta a la demanda del ministro, pero los fondos también serán recaudados mediante un aumento de los peajes y tasas de aeropuertos.

Así mismo, se incrementará en una proporción no especificada un impuesto de guerra que representa 10 por ciento del salario bruto de cada trabajador sudanés. Según se estima, los 20 millones de dólares se recaudarán en seis meses.

La noticia sorprendió ingratamente a la mayoría de los funcionarios públicos, especialmente educadores y médicos, quienes recientemente amenazaron con una huelga por aumento de salarios.

"Creo que éste es el momento justo para que todos los gremios profesionales se unan contra el gobierno", manifestó este martes a IPS un médico del North Teaching Hospital, de Jartum.

"Ahora se llevarán lo poco que ganamos aunque los soldados obtengan mejores salarios que nosotros", añadió.

El salario mensual de un médico principiante en un hospital estatal equivale a 44 dólares, mientras un oficial del ejército recién salido de la escuela militar gana aproximadamente 100 dólares por mes.

Los profesores también protestan por la carga que el gobierno inflije a los trabajadores. "Todo nuestro dinero se lo lleva el ejército, y nuestro papel como educadores es olvidado o ignorado completamente", declaró un profesor a IPS.

"Parece que tendremos que unirnos al ejército esta vez", agregó el educador, quien acusó al gobierno de favorecer a las fuerzas armadas con el fin de evitar golpes de Estado.

Por otra parte, Jartum sostiene que necesita un ejército fuerte para combatir al Ejército Popular de Liberación del Sudán (SPLA), grupo guerrillero que lucha por liberar el sur del país, poblado principalmente por negros no musulmanes, del dominio del norte árabe musulmán.

Recientemente, grupos armados de oposición realizaron ataques en el este del país. El gobierno sostiene que son entrenados y equipados por Eritrea, y también afirmó que soldados eritreos participaron de los ataques.

"Nuestro ejército enfrenta un grave desafío, especialmente tras la ayuda militar de Estados Unidos a países vecinos hostiles", destacó el general Abdalla Owedia, presidente del comité de Seguridad y Defensa del parlamento.

Mientras, el presidente Omar Hassan al Bashir señaló que el gobierno desea mantener buenas relaciones con sus vecinos pero debe tener un ejército fuerte para proteger su unidad territorial y defenderse de conspiraciones extranjeras.

Al Bashir acusó varias veces a países occidentales, principalmente a Estados Unidos, de conspirar contra su gobierno islámico. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/ml/ip/96

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