El festival anual de cine homosexual de Sudáfrica se orientó este año a la comunidad negra, dejando atrás el escenario blanco y elitista.
La exhibición cinematográfica, que se realiza desde hace tres años, contó con el auspicio de Ster-Moribo, una cadena que distribuye filmes a audiencias negras, y escogió, entre otras salas, un teatro en el centro de Johannesburgo, para facilitar la concurrencia.
Jack Lewis, codirector del festival, dijo que se trató de un intento de ser más representativos y trasladarse de las salas de los suburbios, tras un esfuerzo fracasado en 1994 por llegar a los municipios con una unidad móvil.
Entre el 14 y 21 de noviembre, el festival presentó películas como la muy aclamada "Wigstock" y "Incredibly True Adventure of Two Girls in Love" (La aventura increíblemente verdadera de dos mujeres enamoradas), la cual ganó tres millones de dólares.
Según Simon Nkoli, espectador del festival, las películas presentadas examinan la realidad homosexual, incluyendo temas como la declaración pública de la opción, la adopción de niños y el reconocimiento legal de los matrimonios del mismo sexo, no aprobados por la ley sudafricana.
Nkoli, quien es homosexual y tiene el virus del sida (VIH), fundó este año el "Proyecto Hombres Africanos Positivos" para respaldar a personas que conviven con el virus.
Según los organizadores, el festival ha sido un éxito, y se realizó sin incidentes, lo cual es un gran logro en Sudáfrica, donde durante años se enfrentó a la resistencia de las comunidades cristiana y musulmana.
"La gente discrimina a los gay porque es homofóbica o ignorante", dijo Nkoli. "Inlcuso en un país como Suáfrica, mucho debe hacerse aún para educar a la sociedad y cambiar las actitudes. No estamos movilizando a todos para que se vuelvan homosexuales", añadió.
Para Lewis, el festival tiene un significado aún más fuerte: "Lo vemos como una oportunidad de hacer una declaración pública, de promover la visibilidad de gays y lesbianas y demostrar a la nación que existimos y tenemos derechos".
Sisa Njikelana, integrante del gobernante Congreso Nacional Aricano (ANC), dijo que debe lograrse un equilibrio para que la sociedad se adapte a una variedad de orientaciones sexuales.
"El desafío es que la gente gay afirme su normalidad", dijo Njikelana al lanzar el festival.
El CNA incluyó en la constitución una cláusula que garantiza la libertad de la discriminación en base a la orientación sexual.
Pero, sostuvo Nomfundo Luphondwana, de la organización Igualdad Nacional Lesbiana y Gay, "no es suficiente tener una cláusula de orientación sexual. Estamos aquí y estamos vivos, les guste o no".
El esfuerzo del festival por popularizar filmes con temas homosexuales es parte de una tendencia mundial. En Hollywood, las películas sobre hombres y mujeres homosexuales ganan estatura a medida que directores y productores de cine exploran un mercado hasta ahora no explotado.
Expertos en la industria afirman que las películas sobre homosexuales pueden obtener entre dos y seis millones de dólares si llegan a audiencias más amplias. Grandes actores también están involucrados, como Robin Williams en "Birdcage" (La jaula de los pájaros).
El festival gay de San Francisco, por ejemplo, atrae ahora a unas 65.000 personas, mientras al comenzar, dos décadas atrás, no congregaba a más de 200. (FIN/IPS/tra-en/gm/jm/kb/lp/cr/96