El gobierno civil que desde hace siete meses dirige el presidente Ahmed Tejan Kabbah se encuentra enfrentado, no sólo a la prolongada rebeldía armada del Frente Unido Revolucionario, sino también a los soldados desertores que se han lanzado a practicar la delincuencia.
El robo a mano armada está creciendo en este país de Africa occidental, y los expertos atribuyen la ola delictiva a la proliferación de armas y municiones.
"Los fusiles y las municiones están por todas partes como consecuencia de la prolongada guerra. Si las autoridades desean terminar con los robos a mano armada tendrán que desarmar a todos los soldados renegados que tienen armas en su poder y no responden por ellas", dijo Ibrahim Sillah, analista militar.
Sierra Leona ha sido presa de una guerra civil durante los últimos cinco años, con un resultado de 10.000 personas muertas y alrededor de una cuarta parte de la población (4,5 millones en total) desplazada internamente o refugiada en países vecinos.
El desarme de los soldados desertores ha causado un gran dolor de cabeza al gobierno de Kabbah.
En el apogeo de la guerra, el anterior gobierno reclutó cientos de jóvenes entre 10 y 18 años de edad, para luchar contra los rebeldes. Ahora que el nuevo gobierno ha llamado a un cese del fuego, muchos de estos jóvenes han abandonado la guerra y se han pasado a una vida de delincuencia.
La nueva ola delictiva significa una grave amenaza para la balbuceante democracia de este país.
"No podemos combatir en dos frentes de guerra", comentó un alto funcionario. "Mientras los rebeldes siguen masacrando a civiles inocentes, también los bandidos hacen que la vida sea un infierno para la gente".
Nadie se ha escapado del ataque de los bandidos, que tienen aterrorizada a la población en general, a los empresarios más fuertes e incluso a las organizaciones no gubernamentales (ONG), como ocurrió con la francesa Acción Internacional contra el Hambre, que en un asalto perdió miles de dólares y un vehículo.
Sisco Koroma, jefe del Departamento de Investigación Criminal, declaró que la policía "sufre limitaciones, como la falta de elementos y vehículos adecuados". (FIN/IPS/tra-en/lf/pm/arl/ip/96
