La Unión Europea (UE) comienza esta semana la implementación de un plan de ayuda a Ruanda y Zaire por 200 millones de dólares, como capítulo de un esfuerzo mayor por asegurar la paz en la región de los Grandes Lagos de Africa.
La ministra de Desarrollo de Irlanda, Joan Burton, instó a los 15 estados miembros de la UE a implementar de inmediato la operación de asistencia, destinada a los refugiados hutus que regresan a Ruanda y a la población desplazada por los combates en el oriente de Zaire.
"La mayoría son mujeres y niños y necesitan ayuda urgente", advirtió Burton.
El plan debe ser flexible, para adaptarse a la cambiante situación en el oriente de Zaire, y aplicarse "en diálogo permanente" con los gobernantes del área de los Grandes Lagos, según coincidieron los ministros de Desarrollo, que a fines de la semana última dieron su visto bueno al proyecto.
La UE solicitó a la Unión Europea Occidental, su brazo militar en formación, que facilite apoyo logístico al esfuerzo humanitario internacional en los Grandes Lagos de Africa.
El bloque europeo destinará 200 millones de dólares en alimentos, medicamentos, herramientas de trabajo y semillas para los refugiados y desplazados.
Según Burton, "Ruanda dispone de una amplia superficie agrícola y puede lograr la autosuficiencia en alimentos básicos".
Más allá de la ayuda de emergencia, la UE concentrará su esfuerzo en la reinserción de los refugiados hutus que regresan de Zaire a Ruanda. Burton destacó que también es necesario vigilar la situación de los derechos humanos.
Al respecto, el Comsionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos solicitó medios financieros para enviar a Ruanda 300 delegados con la misión de evitar tensiones en materia de propiedades entre los repatriados y la población local.
La preocupación del Comisionado de la ONU se debe a la posibilidad de conflicto entre los refugiados que regresan a Ruanda y las personas que ocuparon sus tierras y viviendas.
La UE comprometió su ayuda a la reconstrucción del Poder Judicial de Ruanda. Funcionarios del bloque informaron que 90.000 hutus sospechosos de participación en el genocidio de 1994 permanecen en cárceles ruandesas si proceso penal.
El masivo retorno de refugiados puede aumentar la cantidad de detenidos sin proceso, advirtió un funcionario de la UE. "Es urgente apoyar el sistema judicial de Ruanda con medios financieros y asesoramiento legal, para que los acusados sean llevados a juicio", agregó.
La UE también promueve una conferencia especial de los países de la región para discutir asuntos de seguridad y lograr la firma de un pacto de estabilidad. La propuesta conferencia debe enfrentar "las raíces" de la crisis de los Grandes Lagos, señalaron los ministros de Desarrollo.
En cualquier caso, las fronteras de la región no serán modificadas, puntualizó un portavoz de la UE.
Así mismo, el bloque europeo respalda la celebración de elecciones el próximo año en Zaire y un funcionario aclaró que "todos los zaireños" deben ser convocados a votar, anticipándose a la eventual discriminación de la minoría banyamulenge.
La crisis de Zaire estalló cuando el gobierno resolvió expulsar a los banyamulenge, un grupo étnico emparentado con los tutsis de Burundi y Ruanda y asentado desde principios del siglo XIX en las montañas del oriente del país.
Los banyamulenge respondieron a la amenaza con las armas, enfrentándose al ejército zaireño y a los soldados y milicianos ruandeses hutus radicados en Zaire desde su derrota en la guerra civil de Ruanda (abril-julio 1994). (FIN/IPS/tra-en/si/rj/ff/pr hd/96
