El gobierno de República Dominicana abrirá una embajada en Jamaica, decisión que puede ser vista como un paso más en el marco de la política de acercamiento a la región que impulsa el presidente Leonel Fernández.
Después de muchos años en que Santo Domingo se concentró en los problemas internos y virtualmente ignoró a los países caribeños de su entorno, el gobierno intenta "ocupar su lugar en la hermandad regional", según expresó un alto funcionario.
Este cambio obedece a una orientación inspirada por Fernández en el sentido de que el país busque "soluciones comunes a problemas que son comunes, compartiendo experiencias e ideas" en la región, dijo la fuente oficial.
En una declaración reciente, el propio Presidente reconoció que "en los últimos años hemos visto crecientes señales, y una mayor comprensión, de que los lazos que nos vinculan al Caribe nos atan a un destino común".
"Debemos superar las limitaciones que han afectado a nuestras relaciones con el Caribe y señalar los campos en que podemos competir comercialmente. Ello supone reforzar la cooperación en favor del proceso de integración con la región, superando los problemas que nos dividen", manifestó Fernández.
Joaquín Balaguer, el político que hegemonizó el poder durante décadas hasta la elección de Fernández este año, nunca mostró mucho interés en desarrollar vínculos con sus vecinos, limitando la participación del país en los acontecimientos regionales.
Sus opositores le acusaron de enconar, en cambio, los lazos que unen a República Dominicana en particular con Haití, su vecino más próximo, con el cual comparte la isla La Española.
Además de las visitas que efectuó a Europa y Estados Unidos, antes y después de asumir el Ejecutivo a mediados de agosto, Fernández ha intentado terminar con los años de autoaislamiento que consagró la anterior gobernación dominicana.
La decisión de abrir una embajada en Jamaica, aún sin fecha fija, cobra significado por el hecho de que aparte de Haití, Santo Domingo no tiene otra representación diplomática en el Caribe.
Las viejas tensiones entre Haití y República Dominicana fueron sustancialmente disminuidas tras una serie de recientes reuniones entre representantes de ambos países, que tuvieron lugar tanto en Puerto Príncipe como en Santo Domingo.
Este deshielo de las relaciones con Puerto Príncipe será más visible cuando Fernández visite Haití, aunque no existe todavía una fecha fijada para el acontecimiento. El Presidente ha dicho que la visita ocurrirá durante el primer año de su mandato, y será la segunda en medio siglo.
El ex presidente Jorge Blanco (1982-86) hizo una visita oficial a Puerto Príncipe, pero Balaguer "pareció ignorar la existencia del país vecino", según la fuente consultada.
Los planes de Fernández para ampliar las relaciones con la región ya han dado por fruto un acuerdo con la Comunidad del Caribe (Caricom) para comenzar en enero próximo negociaciones conducentes a un pacto de libre comercio.
Tanto el gobierno como los empresarios dominicanos se muestran confiados en que ambas partes terminen las negociaciones antes de julio, de forma que el tratado pueda ser firmado con ocasión de la cumbre de la Caricom a celebrarse en Jamaica.
Ello permitiría que Fernández acudiera personalmente a esa reunión de jefes de Estado y de gobierno de la Caricom.
Fuentes oficiales confirmaron que la apertura de una embajada en Jamaica podría repetirse en Trinidad y Tobago, otro de los países con los que Santo Domingo espera estrechar vínculos económicos. Nuevas representaciones diplomáticas en la región serían estudiadas durante el mandato de Fernández.
Con una población de 7,5 millones de habitantes, República Dominicana es el principal cliente comercial de Estados Unidos en el Caribe, pues compra la mayor parte de las exportaciones de ese país hacia la región.
Fernández visitará Venezuela en enero del año entrante, en un nuevo gesto visible del programa gubernamental para crear o reforzar lazos diplomáticos, políticos y comerciales con otras partes de América Latina y el Caribe que fueron igualmente ignoradas por los gobiernos anteriores.
Otro gesto indicativo del cambio de la política exterior dominicana fue el hecho de que Fernández viajara recientemente hasta Santiago de Chile, para asistir a la Cumbre Iberoamericana de Naciones, en compañía de varios de sus colegas centroamericanos.
El ministro de Relaciones Exteriores visitará Costa Rica antes de fin de año para conversar sobre el incremento de las relaciones económicas, remediando las limitaciones del pasado.
Fernández recordó que República Dominicana tiene estatuto de país observador ante la Caricom y es país fundador de la Asociación de Estados Caribeños, además de formar parte del grupo llamado Cariforum, vinculado a los países ACP (Africa, Caribe, Pacífico) en relación con la Unión Europea. (FIN/IPS/tra-en/cj/cb/arl/if/96