La captura hoy en Perú de un general retirado mediante procedimientos "no regulares" parece formar parte de la guerra entre el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) y las organizaciones secretas de opositores existentes en el ejército.
Desde que fue pasado a retiro en 1993, el general Rodolfo Robles ha formulado numerosas denuncias contra la cúpula militar y el asesor presidencial Vladimiro Montesinos, cuya fuente se atribuye a la logia militar opositora clandestina denominada "León Dormido".
En 1993, Robles se asiló en la embajada de Estados Unidos y luego en Argentina, tras denunciar que dos crímenes masivos fueron cometidos por el "grupo Colina", organización paramilitar conformada por oficiales del ejército que actuaba como grupo de tareas bajo control del SIN.
Según denunció entonces, el grupo Colina ejecutó la "matanza de la calle Huanta" en 1991, donde fueron asesinados 16 asistentes a una fiesta supuestamente organizada para recaudar fondos para la guerrilla.
Tambien acusó a esa organizacion paramilitar del asesinato de nueve estudiantes y un profesor, sospechosos de militar en el grpo guerrillero Sendero Luminoso, quienes fueron capturados en la Universidad Pedagógica La Cantuta.
La denuncia de Robles fue desmentida por los mandos militares, que lo destituyeron e intentaron, sin conseguirlo, que el gobierno argentino lo extraditara a Perú, bajo la acusación de calumnias e insultos a sus superiores.
El grupo León Dormido proporcionó posteriormente información a medios de prensa opositores que condujeron al descubrimiento del lugar donde fueron ejecutados e incinerados los estudiantes de la Cantuta, y revelaron la identidad de sus victimarios.
En 1994, las informaciones y pruebas aportadas consiguieron finalmente que un general, un coronel, dos mayores, dos tenientes y dos suboficiales fueran sentenciados a diversas penas por la masacre de La Cantuta.
Estos oficiales sentenciados fueron puestos en libertad en 1995, al ser incluidos en una ley de amnistía dictada en favor de los guerrilleros de Sendero Luminoso arrepentidos y dispouestos a proporcionar información sobre su organización.
Robles, quién retornó a Perú favorecido por los efectos de la misma ley de amnistía, fue detenido este martes, tres días después de declarar que el Grupo Colina seguía actuando como organización paramilitar y antidemocrática.
Según Robles, uno de los dos suboficiales del ejército recientemente apresados por la justicia civil al descubrirse su participacion en un ataque dinamitero contra las instalaciones del canal 13 de televisión en Puno, era un antiguo miembro del grupo Colina.
Sus revelaciones se produjeron cuando el Consejo de Justicia Militar iniciaba gestiones para que los atacantes del Canal 13 de Puno no fueran juzgados por el Fuero Civil sino por tribunales castrenses, iniciativa que según algunos opositores tiene el propósito de mantener en reserva las investigaciones.
La captura de Robles, calificada como "irregular" por el parlamentario izquierdista Javier Diez Canseco, "porque no fue citado sino que fue secuestrado en la calle", fue efectuada por ocho civiles que lo sorprendieron cerca de su casa.
Según los testigos, ante su resistencia y sus gritos denunciando que era secuestrado por el SIN, Robles fue adormecido con un aerosol e introducido en uno de los dos vehículos con lunas polarizadas que participaron en el operativo.
Dos horas después, cuando la versión del secuestro de Robles llegó a los informativos de radio y televisión, el vicepresidente del Congreso, Carlos Torres, informó que había sido capturado a solicitud de un tribunal militar.
Según Torres, Robles fue acusado de insulto a sus superiores, el mismo cargo con el que en 1993 fue destituido después de denunciar las actividades del grupo Colina.
"La acusación es absurda, el general Robles es ahora un civil porque el ejército no quiere readmitirlo, y por consiguiente, no puede cometer el delito de insulto a sus superiores", declaró el parlamentario izquierdista Henry Pease. (FIN/IPS/al/ag/ip/96
