PANAMA: China y Taiwan en el ojo de la tormenta

La cercanía del traspaso de la colonia británica de Hong Kong a China, acordado para el 30 de junio de 1997, abrió un debate en Panamá sobre sus futuras relaciones diplomáticas y comerciales con Taiwan.

Además de los 1.200 millones de dólares anuales en negocios que realiza la zona libre panameña de Colón con empresas de Hong Kong, ese territorio es sede de poderosas empresas navieras que usan en sus flotas la bandera de conveniencia que ofrece Panamá.

A través de la actual oficina consular y comercial de Panamá en Hong Kong, la zona libre de Colón y otros importadores locales comercian otros 600 millones de dólares anuales con China, negocios que quedarían en el limbo cuando la colonia pase a la juridiscción de Beijing.

El canciller de Panamá, Ricardo Alberto Arias, indicó que en atención a los negocios que realiza este país con Hong Kong, el gobierno desea establecer relaciones plenas con Beijing en 1997, pero sin renunciar a los lazos de amistad que lo unen a Taiwan desde hace 47 años.

Pero la política de las dos Chinas de Arias parece impracticable.

El representante de la oficina comercial de Beijing en este país, Ju Yijie, advirtió que Panamá sólo podrá mantener su consulado en Hong Kong a partir de julio de 1997 si establece relaciones diplomáticas con China y los rompe con Taiwan.

Yijie sostuvo que Taiwan "usurpa" la representación China en Panamá y otras 30 naciones del mundo, ya que se trata "de una provincia rebelde de la República Popular China y no de un país soberano".

Taiwan, o China Nacionalista, fue fundada en 1949 en la antigua provincia insular de Formosa por el ya fallecido general Chiang Kai Shek, expulsado del territorio continental por las tropas de Mao Zedong, fundador de la República Popular China.

Ching Cheng Kuan, consejero de prensa de la embajada de Taiwan en Panamá, consideró las palabras de Yijie una "intervención en los asuntos internos" de este país, y pidió al gobierno de Ernesto Pérez Balladares que no acepte las condiciones de China.

Arias sostuvo que el conflicto entre China y Taiwan es un problema de esos dos protagonistas y que si la decisión de establecer relaciones con Beijing y mantenerlas con Taiwan "molesta, y uno de ellos resuelve no continuar su relación con Panamá, será una decisión de ese país".

Mientras, algunos expertos en materia económica creen llegada la hora de tomar una decisión a tono con los intereses de Panamá.

El ex contralor general José Chen Barría, de ascendencia china, señaló que el gobierno de Pérez Balladares debe actuar en el caso "pensando en lo que más conviene al país".

A su juicio, si Panamá quiere conservar su comercio con Hong Kong, mantener su registro de naves con empresas radicadas en la colonia británica y abrir un mercado potencial para sus exportaciones, debería entablar relaciones con Beijing.

La casi totalidad de los 335 millones de dólares anuales en productos que comercializa Panamá con Taiwan corresponden a importaciones de la zona libre de Colón.

Un segundo aspecto planteado por Chen Barría tiene que ver con los lazos étnicos creados entre Panamá y su población de origen chino, procedente en su mayoría de China continental.

La población de ascendencia china equivale a cerca de un diez por ciento de los 2.5 millones de habitantes de Panamá.

El economista Juan Jované, director del Instituto de Estudios Nacionales de la estatal Universidad de Panamá, advirtió que sería "casi un suicidio" perder la oportunidad de participar en el mercado más grande del mundo por mantener las relaciones con Taiwan.

Jované dijo que Panamá "debe medir con mucho ciudado si realmente sigue apegada a su posición tradicional de continuar relaciones con Taiwan, o asume el costo de perder la posibilidad de comerciar con Hong Kong y el resto de China" continental.

Otros expertos observaron que Taiwan teme una reacción en cadena en América Central favorable a China, un hecho que profundizaría su aislamiento diplomático.

El consejero de pensa Kuan aseguró que el atractivo mercado y la ayuda económica que ofrece Beijing a Panamá y otros países de América Latina a cambio del establecimiento de relaciones diplomáticas y e la ruptura con Taiwan "tienen un objetivo político".

"Después de conseguir lo deseado, (Beijing) suspenderá la ayuda inmediatamente", afirmó Kuan, en un intento por disuadir a Panamá de establecer lazos diplomáticas con China.

De los 31 países del mundo que mantienen relaciones con Taiwan, siete se hallan en América Central, nueve son pequeños estados del Caribe y sólo uno, Paraguay, pertenece al resto de América. Diecisiete países americanos optaron ya por China.

En Europa únicamente la ciudad Estado del Vaticano mantiene vínculos diplomáticos con Taiwan. Las otras 13 naciones que conservan relaciones con ese país se encuentran en Africa. (FIN/IPS/sh/ff/ip/96)

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