Asif Alí Zardari, de 41 años y esposo de Benazir Bhutto, nunca ha podido superar el hecho de haber saltado al centro del escenario político de Pakistán a través de una boda.
Los políticos que realmente importan en este país, pertenecen a poderosas familias de terratenientes o al mundo empresarial.
La pertenencia de los paquistaníes al Partido Popular de Pakistán (PPP), ante los ojos de la gente común, debía medirse por la indiscutible lealtad de cada uno hacia el padre de Bhutto.
El ingreso de Zardari al partido, lo mismo que su matrimonio, puede considerarse que fue, por el contrario, un golpe de suerte.
Antes de casarse con la carismática líder, en 1987, Zardari era un advenedizo en la política, más a gusto en un campo de polo. Su padre no había sido más que un terrateniente "mediano", sin influencia política en la provincia de Sindh.
Nueve años más tarde, el esposo de la varias veces triunfante – y ahora nuevamente depuesta del cargo de primer ministro- se cuenta entre los hombres más ricos de Pakistán, vinculado a todo lo malo que ocurrió durante el segundo mandato de Bhutto.
Zardari fue detenido por soldados al principio de noviembre, horas después de la destitución de Bhutto, que el presidente Farooq Leghari decretó en base a acusaciones de desgobierno, corrupción y violencia por juzgar que ello paralizaba la administración.
Bhutto fue expulsada abruptamente del poder por segunda vez en seis años, y su marido volvió a ser culpado de sus problemas políticos.
Una semana más tarde, la crisis política de Pakistán se trasladó a los tribunales. El gobierno interino anunció que presentará acusaciones políticas contra los dos cónyuges, y la siempre combativa Bhutto prometió que recurrirá su destitución ante la Corte Suprema.
Bhutto ya ha presentado un escrito pidiendo a la Corte que ordene la liberación de su marido, mientras el gobierno interino asegura que la detención de Zardari es legal.
Cualquiera sea la decisión de la Corte, Zardari y su esposa se enfrentan a una época de batallas judiciales que podrían incluso impedir la participación de Bhutto en las elecciones generales convocadas por Leghari para febrero de 1997.
El gobierno interino anunció que serán modificadas las leyes electorales para impedir que se postulen al Parlamento personas acusadas de corrupción.
La nueva norma podría perjudicar a Bhutto pero no preocuparía a Zardari, quien nunca ha disputado una elección. Su presencia en el último gobierno como titular de la cartera de inversiones extranjeras se debió a la voluntad de su esposa.
Zardari es un "outsider" en la política, incluso en el PPP, donde se ha resentido abiertamente su relación con el jefe del partido.
"La obediencia a Asif Alí Zardari es parte de las condiciones de afiliación partidaria. Es algo que uno debe aceptar, o en caso contrario desistir", afirmó Faisal Saleh Hayat, líder del PPP en Jhang, quien culpa a Zardari de su postergación en el partido.
Unicamente los circulos más cercanos a la familia sostienen que Bhutto no sufre la influencia de Zardari.
"Benazir es una dirigente política consumada, que no permite que los asuntos del corazón interfieran con la política. Ella hace sus propias opciones y no deja que Asif se mezcle en sus asuntos políticos", afirmó Basir Riaz, un amigo de la familia.
La mano de Zardari ha sido visible, sin embargo, en casi todos los episodios desagradables que han sucedido.
Llamado "señor 40 por ciento" por la comisión que se dice percibía en cada contrato cerrado con el gobierno, Zardari parece haber hecho millones de dólares en negocios tan diversos como la venta de armas o el permiso para importar automóviles usados.
Según los rumores más insistentes, Zardari habría cobrado comisiones, primero, para permitir la entrada de automóviles reparados, y después, antes de que esas importaciones fueran prohibidas, habría aceptado pagos de las empresas armadoras de vehículos para mantener la prohibición.
También se afirma que con su influencia logró frenar la compra de aviones de combate estadounidenses F-16, tras haber recibido una comisión de los fabricantes del Mirage francés.
Finalmente, sin embargo, Pakistán no compró los aviones franceses porque, según se dice, la empresa General Dynamics, fabricante de los F-16, habría pagado también su contribución a Zardari.
En el episodio más reciente, Zardari resultó acusado de complicidad en el asesinato de Murtaza -hermano de Bhutto que estaba enemistado con ella-, quien fue muerto en un tiroteo con la policía ocurrido en Karachi el 20 de septiembre. La esposa del difunto dirigió su dedo acusador a Zardari.
Todo el mundo conocía en Pakistán el encono que existía entre Murtaza y Zardari. Hasta en su última aparición pública, el hermano menor de Bhutto había acusado a ambos cónyuges de corrupción.
A pesar de que una dolorida Bhutto advirtió después del funeral de su hermano que los enemigos de su familia apuntarían a ella a continuación, los simpatizantes de Murtaza pidieron al gobierno que investigue las vinculaciones de Zardari con ese asesinato.
Los fabricantes de rumores volvieron a trabajar horas extraordinarias cuando repentinamente apareció en público un Zardari totalmente afeitado, después de la muerte de Zardari. Se especuló que por razones de "seguridad", habría eliminado el bigote que era su marca de fábrica.
La verdad sobre todas estas cosas será lo que deberán averiguar los tribunales. Pero los miembros del PPP sienten que esta vez Zardari puede costar muchos votos al partido en las próximas elecciones.
"El nombre de Bhutto, que es la tarjeta de visita del PPP, quedó borrado por la decisión de Benazir al casarse con la tribu Zardari… Quienes aman a Bhutto saben con quién está casada, y que él no es un Bhutto", afirmó un ex parlamentario del PPP por la provincia de Punjab. (FIN/IPS/tra-en/am/an/arl/ip/96