Los típicos centros turísticos del Pacífico Sur se están transformando rápidamente en paraísos insulares de dudosas actividades lucrativas, por obra de negociantes extranjeros que medran con las vulnerables economías regionales.
Según observadores, la acción especulativa de financieros inescrupulosos crece a medida que la ayuda al desarrollo se agota.
Algunos gobiernos regionales, ansiosos de salir de la encrucijada económica, ya concretaron acuerdos con persuasivos representantes de entidades financieras privadas, a veces, con resultados desastrosos.
El gobierno de Vanuatu, por ejemplo, ya cayó en aguas turbias y se encuentra entrampado en una suerte de programa denominado letras de garantía (LOG).
Con una ejecución apropiada, las LOG son una aceptable forma de financiacion de bancos internacionales, que pueden brindar crédito inmediato a potenciales clientes, como gobiernos. los cuales pueden vender las LOG en el exterior a precios descontados.
El dinero en la mano puede ser empleado inmediatamente para amortizar deudas, financiar proyectos de desarrollo o especular en mercados internacionales. No obstante, el gobierno de Vanuatu se equivocó cuando concretó un arreglo con un australiano declarado en bancarrota en 1990.
Peter Swanson afronta ahora acusaciones de estafa en Vanuatu, luego que la defensora del pueblo, Marie-Noel Ferrieux, descubrió que LOG del país habían circulado internacionalmente, cuyo cobro, de ser exigido, podría provocar la quiebra del estado.
Swanson prometió al gobierno de Vanuatu una ganancia de 250 millones de dólares en 40 semanas, tras obtener el control de LOG por valor de 100 millones de dólares. la suma supera largamente la totalidad de las reservas en moneda extranjera de Vanuatu.
En un principio, las autoridades de Vanuatu se mostraron tan impresionadas con la propuesta que otorgaron a Swanson un pasaporte diplomático y poderes legales para actuar en nombre del gobierno.
El primer secretario del Ministerio de Finanzas, Geoge Borugu, declaró al "Pacifc Islands Monthly", basado en Fiji, que las LOG estuvieron destinadas a pagar varios proyectos de desarrollo. Apuntó que uno de los proyectos fue la construcción de una planta geotérmica de electricidad en la principal isla de Vanuatu, Efate.
"Según nos asesoraron, se trata de un negocio normal entre bancos. Las LOG no son nada nuevo", dijo Borugu. "La idea fue que el comercio generaría utilidades".
Las Islas Cook se vieron igualmente chasqueadas en 1994, cuando afrontaron una severa recesión, crecientes deudas y escalada del desempleo sin perspectivas inmediatas de extraer sus multimillonarios recursos de manganeso del fondo del océano en torno a esa nación.
Ante las circunstancias, las autoridades de las Islas Cook acordaron un plan por el cual el gobierno emitió 12 certificados (LOG) por un valor total de 1,5 millones de dólares. Por el simple hecho de firmar las cartas de crédito, el ejecutivo creyó que ganaría 24,6 millones de dólares en comisiones.
Las revelaciones del escándalo casi provocaron el colapso económico de las Islas Cook el año pasado, el despido de la mitad de los 3.500 empleados públicos del país sobre una población total de 20.000 personas y la reducción de sueldos a todo el resto.
El gobierno está haciendo ahora una venta de "emergencia" de todos sus activos valuados en 87 millones de dólares, y tratando de recuperar 13,8 millones de dólares que fueron al exterior hace dos años como garantías bancarias.
Las autoridades pusieron en venta dos bancos locales, una cadena estatal de venta de licores y terrenos de un centro turístico.
Inversores en LOG pueden adquirir tambien las operaciones de la estación marítima y el aeropuerto, así como los sectores de abastecimiento de agua y electricidad.
El gobierno de las Islas Cook contempla ahora una iniciativa para operar el juego computerizado por medio de Internet Casino. Telecomunicaciones Cook anunció que una compañía extranjera ya licitó un circuito para operar esa red telemática.
Otra isla pequeña, Tuvalu, que tiene una población de 10.000 personas y depende considerablemente de la ayuda extranjera para financiar su presupuesto de 4,2 millones de dólares, está ganando el 10 por ciento de ese monto por el cobro los servicios de un teléfono erótico en boga.
Tuvalu licitó a una empresa de Hong Kong la capacidad de acceso sobre sus líneas por 50.000 dólares mensuales, además de una comisión por cualquier negocio concretado por encima de esa suma.
La compañía puede usar el código internacional de Tuvalu para dirigir llamadas desde un tercer país donde se publicitan sórdidas conversaciones eróticas personales.
Niue, con una población de 2.000 habitantes, espera obtener 1,5 millones de dólares anuales a través de una licitación similar de sus líneas telefónicas, a pesar de que sus autoridades insisten que el tráfico de pornografía no forma parte del acuerdo.
La isla de Tokelau, que cuenta con 1.600 pobladores y cuyo presupuesto de 4,1 millones de dólares es casi enteramente financiado por Nueva Zelandia, tambien firmó un arreglo similar con la empresa de Hong Kong.
Todas esas pequeñas naciones insulares disponen de capacidad inutilizada de líneas telefónicas internacionales. Esos excedentes de telecomunicaciones se han transformado en légítimos productos básicos en venta.
Mediante el agregado de un dígito al área de código de los países insulares, una llamada internacional puede ser dirigida a un determinado mercado, evitando congestionamientos y a veces tarifas más altas en el país de orígen.
Las autoridades de Fiji reconocieron a su vez que fueron contactadas para hacer un arreglo parecido, pero Mohammed Farouk, responsable de la empresa Telecomunicaciones Internacionales de Fiji, apuntó que su intención era firmar un contrato por un servicio internacional de horóscopos con intereses de India.
Otro "negocio" que prolifera en esa isla del Pacífico es la venta de pasaportes a inversores, especialmente de Hong Kong y Taiwan.
La colonia británica de Hong Kong pasará a manos del gobierno chino el 30 de junio de 1997. Beijing, además, quiere poner bajo su gobierno a Taiwan, a la que considera una provincia renegada.
Inversores de ambos territorios se muestran ansiosos de obtener pasaportes foráneos como pólizas de seguro, si el gobierno chino no resulta de su conveniencia.
Las autoridades de Kiribati venden pasaportes por 20.000 dólares a cualquiera que esté dispuesto a invertir en su isla de Kanton, que apenas cuenta con 100 personas. La isla posee un puerto natural y un aeródromo capaz de recibir aeronaves del tipo Boeing 737.
El presidente de Kiribati, Teburoro Tito, que pretende hacer de esa isla una suerte de Hong Kong del Pacífico, declaró que el programa es factible. "Vendemos un paquete de inversiones", dijo recientemente a "Pacific Reporter", un periódico de circulación interna con sede en Canberra.
"La idea es hacer que la gente de negocios de esos países consideren a Kiribati un lugar del cual quieren formar parte", expresó Tito.
Canberra está preocupada que esas iniciativas perjudiquen su política de inmigración regional, y rehusó reconocer los pasaportes en cuestión. Australia tambien protestó ante las Islas Tonga y Marshall por su intención de vender pasaportes a residentes de Hong Kong antes que se verifique el traspaso a China el año próximo.
Sin embargo, a medida que se agota el dinero de donantes, los pequeños países insulares ven la desrregulación de la banca internacional, las telecomuniaciones y los sectores de negocios como un medio que justifica los fines. Su preocupación principal es evitar caer en manos de negociantes inescrupulosos. (FIN/IPS/tra- en/ks/cpg/ego/if-ip).
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