La Organización de las Naciones Unidas (ONU) criticó a gobiernos africanos que contratan mercenarios por servicios de seguridad a cambio de dividendos en los recursos minerales de los países.
Enrique Bernales Ballesteros, relator especial de la ONU que investiga a los mercenarios en todo el mundo, advirtió que "sugerir que algunas actividades mercenarias son legales y otras ilegales es hacer una distinción peligrosa que podría afectar las relaciones internacionales y el respeto entre los países".
Ballesteros dijo a los delegados que las iniciativas mercenarias de empresas registradas como "firmas de seguridad" en un tercer país son una amenaza a la soberanía nacional.
La ONU identificó dos países, Angola y Sierra Leona, donde mercenarios han sido contratados para proteger las minas de oro y diamantes.
Los mercenarios fueron presentados por una empresa británica de seguridad registrada en Sudáfrica llamada Executive Outcomes, con sede en Alton, Hampshire.
Según un informe de Ballesteros, estas empresas de seguridad venden sus servicios "principalmente a cambio de concesiones relacionadas a la minería y la energía".
En una segunda etapa, instalan firmas asociadas o filiales en actividades como transporte aéreo, construcción de caminos, e importación y exportaciones, adquiriendo una presencia significativa en la vida económica del país en que operan.
El hecho de que algunos países consideren legal la contratación de mercenarios es "un grave peligro al frente unido que la comunidad internacional debe presentar para detener las actividades mercenarias", las cuales deben ser "condenadas, prohibidas y caracterizadas como ilegales", alertó el informe.
El gobierno de Angola, nación que sufrió repetidos ataques de bandas de mercenarios, entró en contacto con Executive Outcomes para brindar protección a cambio de participación en las ganancias provenientes de la explotación de sus recursos naturales.
La compañía ofreció protección y seguridad interna usando mercenarios contratados principalmente en Sudáfrica y Gran Bretaña.
En Sierra Leona, la misma empresa firmó contratos con el ex Consejo Nacional Provisorio de Gobierno, para brindar apoyo militar en la forma de mercenarios especialmente adiestrados y armamento.
Según el informe de la ONU, unos 500 mercenarios operan en Sierra Leona a cambio de pagos en dinero y concesiones mineras para la empresa contratista.
En una carta a la ONU, el embajador Nigel Williams, de Gran Bretaña, dijo que Branch Energy, empresa afiliada a Executive Outcomes, fue contratada para trabajar con las minas de diamantes Koidu en Sierra Leona.
Otras empresas afiliadas a Executive Outcomes son Heritage Oil and Gas, GJW Government Relationes, Capricorn Air e Ibis Airline.
El reclutamiento de mercenarios en Gran Bretaña es ilegal sólo en algunos casos limitados, por ejemplo cuando ciudadanos británicos integrarían las fuerzas de otro país en guerra con una nación que mantiene relaciones pacíficas con Gran Bretaña, dijo Williams.
El enviado británico también dijo que se ha estudiado legislación para hacer entrar en vigor la Convención de la ONU sobre Mercenarios, la cual "sería muy difícil de implementar desde el punto de vista legal".
Jack Christofides, de Sudáfrica, dijo a los delegados que su país está en proceso de preparar legislación para restringir las actividades mercenarias, la cual será presentada al parlamento, probablemente a comienzos del año próximo. (FIN/IPS/tra-en/td/jl/lp/ip/96