NIGERIA: Plan contra corrupción mejora imagen del régimen militar

Los planes del gobierno de Nigeria para desarraigar la corrupción, restaurar la disciplina económica y devolver al país el régimen democrático son apoyados por algunos países occidentales, según fuentes gubernamentales.

De acuerdo con altos miembros del gobierno, la administración que preside el general Sani Abacha ha dado pasos "audaces" para sanear el país.

Abacha lanzó este año una callada cruzada anti-corrupción que ya ha enviado a la cárcel a por lo menos seis oficiales de la Fuerza Aérea y ha sometido a juicio a varios banqueros, a ex funcionarios y a miembros de la administración actual.

Además, puso en práctica un plan de disciplina monetaria y fiscal y dio los primeros pasos del proceso de transición hacia la restauración del gobierno civil en pocos años.

En un mensaje dirigido a una conferencia del Ejército realizada en la ciudad de Sokoto, al noroeste de Nigeria, Abacha dijo el lunes que los militares no rectificarán su promesa de regresar a los cuarteles.

El gobierno se prepara además para recibir el 19 de este mes la visita del Grupo Ministerial de Acción de la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth), que se propone suavizar las relaciones de Nigeria con la organización después de un año de haber sido suspendido en sus derechos como Estado miembro.

Fuentes diplomáticas confirmaron a IPS que el factor más importante de esta aparente suavización de relaciones es la promesa que Abacha ha hecho, de limpiar la administración pública.

El gobierno ha comenzado a reprimir prácticas ilegales, tales como la forma en que las empresas públicas evitaban los controles oficiales sobre el manejo de sus finanzas.

El embajador de Estados Unidos en Nigeria, Walter Carrington – ampliamente reconocido en este país como un duro crítico del régimen militar-, dijo que el país debe limpiar su imagen si desea atraer inversiones.

Para la mayoría de los estadounidenses, según Carrington, Nigeria es sinónimo de fraude y tráfico de drogas. El embajador exhortó al gobierno a hacerse cargo de la guerra contra el fraude y la corrupción, de la misma forma que ha declarado la guerra a la droga.

El total de la inversión estadounidense en Nigeria -su mayor parte en el sector petrolero- llega a 4.000 millones de dólares. Estados Unidos compra 40 por ciento del petróleo nigeriano, lo cual supuso 600 millones de dólares en 1995, 20 por ciento más que en 1994.

Carrington insistió en que los deseos de Washington de promover el comercio con Nigeria están ligados al avance de un programa democrático digno de crédito, al respeto de los derechos humanos y al progreso de la lucha antinarcóticos.

"Estamos ansiosos por construir un diálogo más constructivo sobre estos asuntos, pero el diálogo no puede ser un fin en sí mismo, sino que debe conducir al cambio", afirmó Carrington.

El alto comisionado británico en Nigeria, Thorold Masefield, dejó traslucir recientemente una actitud similar, al dirigirse a la Cámara de Comercio Nigeriano-Británica.

"No puede haber un crecimiento económico bajo un ambiente político inestable… El crecimiento puede ser afirmado, además, cuando la gente se siente efectivamente representada en el sistema de gobierno, lo cual sólo la democracia puede garantizar", expresó Masefield. (FIN/IPS/tra-en/ro/pm/arl/ip/96)

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