La proclamación oficial del conservador Arnoldo Alemán como presidente electo de Nicaragua, prevista para este jueves, podría postergarse a causa de la impugnación de resultados de las elecciones del 20 de octubre, realizada por varios partidos.
"Ya estamos por concluir y si todo marcha bien, para el próximo jueves estaríamos haciendo la publicación preliminar" del resultado de los comicios, anunció la presidenta del Consejo Supremo Electoral (CSE), Rosa Marina Zelaya.
"Si no se presenta ningún recurso de revisión, estaríamos a las puertas de la proclamación de (los candidatos) electos", dijo Zelaya que, según la policía, recibió amenazas de muerte.
Pero la campaña contra el "fraude electoral" lanzada el martes por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y los recursos de revisión anunciados por otras fuerzas políticas parecen indicar que la proclamación de Alemán se postergará hasta el 16 de este mes.
Según el recuento de votos, Alemán, de la Alianza Liberal, logró la mayoría exigida a para asegurarse la presidencia sin necesidad de una segunda vuelta. Pero el FSLN exigió la revisión de los cómputos en cinco de las 17 provincias del país y organiza una marcha para el viernes en defensa de su demanda.
Una asamblea sandinista encabezada por Daniel Ortega, candidato a la presidencia por ese partido, anunció "distintas formas de lucha cívica" contra "el fraude electoral".
Los recursos de revisión deben ser presentados ante el CSE en las 72 horas siguientes a la publicación de los resultados preliminares corregidos, y su alegato será escuchado en los tres días siguientes por el mismo órgano.
La ley electoral concede al CSE cinco días para tomar resolución definitiva. Por lo tanto, la proclamación oficial del vencedor en las elecciones podría aplazarse hasta el 16, casi un mes después de la celebración de los comicios más costosos, desorganizados y complejos de la historia nacional.
Los resultados también fueron objetados públicamente por Camino Cristiano, tercero en el escrutinio preliminar, detrás de la Alianza Liberal y el FSLN, la alianza centroderechista UNO 96 y el Partido Comunista de Nicaragua.
"Estamos a la espera de que el Consejo Supremo Electoral dé a conocer los resultados finales de la revisión" del escrutinio, comentó el diputado Alfredo César, candidato presidencial por UNO 96.
"Nos reservamos el derecho a recurrir a la ley si esos resultados no reflejan lo que nos informaron nuestros fiscales. Todavía hay recursos legales a los cuales podemos recurrir", agregó.
Según César, que fue dirigente de la desaparecida Resistencia Nicaragüense, la fuerza rebelde que en los año 80 combatió al gobierno sandinista, la revisión de los cómputos permitió a su partido recuperar "varios millares de votos".
Esos sufragios no constaban en los telegramas que las mesas receptoras remitieron al CSE y de cuyos datos se obtuvo el resultado preliminar.
UNO 96, el Partido Comunista y otros grupos perderán la personería jurídica y deberán devolver el préstamo para gastos electorales recibido del Estado si no logran al menos un escaño en el parlamento.
Los primeros resultados conocidos excluían toda representación de esos partidos en la Asamblea Nacional.
También el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), institución que simpatiza con el sandinismo, cuestionó los comicios del 20 de octubre.
El CENIDH aseguró que las elecciones no se ajustaron a las normas establecidas en 1994 por la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, y no sería posible entonces considerarla "justas" ni "transparentes".
"El conjunto de inconsistencias evidenciadas en el proceso electoral afectan las garantías jurídicas y técnicas que aseguran la justeza de los procesos electorales", según declaró esta semana el CENIDH en un comunicado.
El Centro negó que se cumplieran "el Principio de la Autenticidad de las Elecciones que establece la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos».
Mientras, Zelaya restó trascendencia a las denuncias de irregularidades y violaciones de la ley electoral formuladas por el FSLN y otras agrupaciones políticas.
"Es cierto que durante el proceso electoral hubo problemas, tensiones, pero en general ha sido un proceso muy ordenado, salvo (por el caso) de algunos malos nicaragüenses que abandonaron las bolsas electorales donde iban incluidas las actas de escrutinio", dijo la presidenta del CSE.
El CENIDH replicó que la policía dispone de información de 18 personas, presuntamente vinculadas a la Alianza Liberal, que habrían destruido o alterado boletas electorales.
Agregó que la Procuraduría Electoral analiza 13 denuncias similares. (FIN/IPS/rf/ff/ip/96
