Una declaración en torno al terrorismo que propondrá Gran Bretaña ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) vulnera el derecho de asilo, según la organización humanitaria Amnistía Internacional.
"La declaración ayudará a los jueces a determinar negar las solicitudes de refugio bajo la convención internacional en la materia de 1951 a terroristas, o planificadores y colaboradores de actos de terrorismo", explicó la asesora legal de la delegación británica ante la ONU, Elizabeth Wilmshurst.
Amnistía Internacional, por su parte, objetó cualquier relación que se trace entre terrorismo y asilo. "Cualquier intento en ese sentido va contra el derecho humano de procurar asilo contra la persecución", manifestó la organización en un comunicado.
"El propósito real de esta declaración es facilitar a los gobiernos la deportación de personas que ellas consideran políticamente problemáticas", agregó.
El borrador de la propuesta ha circulado, aunque aún no fue formalmente presentado, en el Comité Legal de la Asamblea General, que actualmente considera medidas tendentes a la eliminación del terrorismo internacional.
La iniciativa establece que los gobiernos deberán usar sus recursos para asegurarse que los refugiados en sus países no están involucrados en actividades terroristas en el extranjero.
Además, el proyecto declara que los estados deberán cooperar para que los acusados de actos de terrorismo comparezcan ante la justicia en los países donde fueron cometidos.
Amnesty Internacional recordó que la propuesta fue elaborada después que un juzgado británico revocó este año la deportación del activista saudita Mohammed Al-Masari, integrante del Comité de Defensa de los Derechos Legítimos (CLDR), a la isla caribeña de Dominica, resuelta por Londres.
Al-Masari sostuvo que en Dominica sería vulnerable a ataques del gobierno de Arabia Saudita, por el que se considera perseguido a causa de sus críticas.
El activista fue acusado por la monarquía saudita de vínculos con terroristas islámicos que él niega.
Londres desea apaciguar a Riyad para proteger el comercio bilateral de armas y petróleo, según Paul Lashmar, redactor de la revista New Statesmen and Society.
"El gobierno británico no está preparado para resistirse a persecución saudita contra Masari pues teme perder beneficios a manos de otros países, como Estados Unidos", dijo Lashmar.
El interés británico en negar el asilo a supuestos terroristas también se relaciona con su intención de reducir la cantidad de solicitudes que recibe y con el mantenimiento de su posición geopolítica y económica.
Aunque Gran Bretaña se enorgullece de su política de asilo, de acuerdo con la cual un solicitante puede permanecer en el país mientras se considera su caso, el gobierno conservador ha intentado en los últimos años abatir la cantidad de pedidos.
De acuerdo con una investigación desarrollada por el Comité para los Refugiados de la ONU, la proporción de respuestas afirmativas a solicitudes de asilo en Gran Bretaña cayó de 31 por ciento en 1989 a apenas cuatro por por ciento en los últimos dos años.
En ese marco se inscrite la propuesta de Londres ante Naciones Unidas, según Amnistía Internacional.
"Existe un principio fundamental en la ley internacional que prohíbe la devolución de cualquier persona a un país donde enfrenta serias violaciones de derechos humanos", según la organización.
"Amnistía Internacional está muy preocupada porque el proyecto vulnera este principio pretendiendo atacar el problema de la violencia política", agregó.
La misión de Gran Bretaña ante la ONU ha recibido "una o dos" objeciones a la propuesta, admitió un diplomático británico que habló con IPS y solicitó reserva sobre su identidad.
El funcionario negó que la iniciativa viole el derecho de los solicitantes de asilo de acuerdo con la convención de 1951.
La declaración "no procura negar o desplazar los derechos legítimos de los refugiados", argumentó.
Según el funcionario, se están efectuando ajustes al borrador para diferenciar claramente a los refugiados genuinos de los terroristas reales. (FIN/IPS/tra-en/ltd/fah/mj/ip hd pr/96