La guerrilla zapatista de México cumplió este domingo 13 años de la fecha de fundación señalada por sus dirigentes lista tanto para firmar la paz como reanudar la guerra, dijo su líder, el subcomandante Marcos.
El grupo, que se levantó en armas a principios de 1994 y en menos de 15 días de combate sacudió el escenario político mexicano, celebró su aniversario con bailes y juegos deportivos en una población de la selva del sureño estado de Chiapas.
Los festejos se prolongaron hasta este lunes.
"El EZLN (Ejército Zapatista de Liberacion Nacional) libra dos luchas: la del gobierno que quiere callarnos para que todo siga igual y la nuestra que es para cambiar porque ya no queremos regresar a los tiempos de antes de 1994", dijo el comandante Zebedeo.
Dirigentes del grupo, cuyo perfil atípico despertó simpatías en varias partes del mundo, afirman que el EZLN se creó el 17 de noviembre de 1983, aunque algunos historidores sostienen que fue uno o dos años antes.
Marcos, a quien el gobierno identifica como Rafael Sebastián Guillén, de 39 años, declaró que la guerrilla "está lista para volver a la guerra o para pasar a la paz con todo lo que esto implica para una organización armada y clandestina".
Diciembre es un mes clave, pues al cumplirse tres años del levatamiento armado "pareciera que la situación no da para más, ni en el aspecto militar ni en el político", expresó.
Con unos 10.000 combatientes, en su mayoría mal armados, el EZLN permanece rodeado de militares en zonas de selva desde hace más de dos años, mientras intenta concertar la reanudación de las negociaciones de paz con el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, suspendidas a principios de septiembre.
Según Marcos, el gobierno "no acaba de decidirse por cual cartajugará".
"Este período de indefinición que ha caracterizado al señor Zedillo sobre Chiapas se acerca a su fin y tendrá que optar por una u otra cosa (guerra o paz)", afirmó.
En repetidas ocasiones Zedillo ha declarado que mantendrá invariable su postura de negociar con el EZLN, pero el grupo denuncia constamente que existe un hostigamiento militar contra sus comunidades, violaciones de los derechos humanos y tolerancia oficial frente a grupos paramilitares que actúan en Chiapas.
La semana pasada las partes dieron un paso decisivo en el proceso de paz al instalar una comisión que verificará el cumplimiento de los acuerdos.
Además de la conformación de esa comisión, el EZLN demanda para retomar el diálogo de paz que el gobierno acredite voluntad para atender sus demandas, se detenga la militarización en Chiapas y se libere a suspuestos guerrilleros zapatistas detenidos en febrero de 1995.
La guerrilla zapatista, que utiliza la red informática Internet para difundir sus comunicados, alcanzó popularidad debido al lenguaje literario de Marcos y a sus demandas de mayor justicia para los indígenas.
El primer día de 1994 el EZLN tomó poblados y carreteras en Chiapas, y declaró la guerra al gobierno, tras afirmar en un comunicado que sus tropas avanzarían hasta la capital del país.
Luego de varios episodios de tensión el grupo fue cambiando su discurso, abandonó la demanda de derrocar al gobierno y comenzó a entablar vínculos con la sociedad para formar un frente opositor, que pese a múltiples esfuerzos aún no logra consolidarse.
En los últimos meses el EZLN ha recibido en las selvas de Chiapas a líderes políticos de varias partes del mundo para discutir la creación de una corriente mundial contra el neoliberalismo.
Ni vanguardia, ni partido y ajena a la búsqueda de la toma del poder y al discurso marxista, la guerrilla zapatista es un caso atípico en toda América Latina.
El EZLN, que desde junio pasado comparte el escenario con el Ejército Popular Revolucionario (EPR), se autoproclamó en abril pasado la vanguardia en la lucha contra el neoliberalismo, cuando convocó en Chiapas una cita a la que concurrieron unos 400 simpatizantes.
"La batalla es entre neoliberalismo y neozapatismo", dijo Marcos en esa ocasión y añadió que los gobiernos temen al EZLN "porque los ha desafiado, y lo peor del desafío es que se transforma en ejemplo".
En cuanto al EPR, el líder zapatista reconoció que ha tenido algún éxito militar, pero no considera que "esto provoque impacto en la vida política del país" que es lo que debe valorarse. (FIN/IPS/dc/ag/ip/96