Milicianos abandonados por sus jefes se lanzan en Liberia al asesinato y el asalto a mano armada y su violenta actividad pone en riesgo el acuerdo que las facciones firmaron en agosto, luego de siete años de guerra.
La Fuerza de Mantenimiento de la Paz de Africa Occidental (ECOMOG) comenzó el desarme de los ex combatientes, que son 60.000, aunque nadie puede predecir si podrá ponerse fin a las atrocidades.
Miles de vendedores ambulantes, madres de familia y escolares se manifestaron a fines de octubre en Liberia para reclamar el enjuiciamiento de los asesinos de dos mujeres jóvenes que trabajaban en un mercado popular de la ciudad. La policía detuvo a tres sospechosos.
Las mujeres fueron robadas y estranguladas, y sus cadáveres quemados. Los manifestantes exigieron la instalación de un tribunal de justicia especial para los casos de atraco a mano armada y otros delitos violentos.
En septiembre, un taxista fue asesinado a hachazos por desconocidos en la localidad de Oldest Congo, cerca de la residencia de Charles Taylor, líder del Frente Patriótico Nacional de Liberia, uno de los principales grupos participantes en la guerra civil.
La casa de Taylor, quien integra ahora el gobierno de transición, está protegida por varios guardias.
Efectivos de la ECOMOG se enfrentan casi todas las noches con criminales, y este mes, la prensa ha dado cuenta casi cotidianamente de asesinatos.
"Los responsables de estos abominables delitos son los llamados señores de la guerra", declaró a IPS un vendedor ambulante.
La violencia demuestra las dificultades para la reinserción social de los ex combatientes. Ziku, de 17 años, detenido por la ECOMOG por robo, senaló a IPS que los ex milicianos fueron abandonados por sus familiares y amigos y hasta por sus jefes.
Ziku destacó que los antiguos líderes insurgentes se desplazan en automóviles lujosos y llevan una vida rumbosa. "Ahora son héroes, y nosotros, los villanos, somos rechazados por la sociedad por actos que cometimos a las órdenes de ellos".
"Con el mundo en contra, ¿qué podemos hacer para atender nuestras necesidades básicas y protegernos?", preguntó Ziku.
A menos que reciban ayuda de los ex señores de la guerra, los milicianos desmovilizados continuarán causando estragos, agregó. Otros cinco ex combatientes detenidos por robo se expresaron del mismo modo.
"Todos los milicianos dicen lo mismo: 'Cumplan las promesas que nos hicieron, o no habrá paz", advirtió otro vendedor.
La población de Monrovia solicita al mando de la ECOMOG la recomposición de las brigadas creadas por la misma fuerza de paz para la autodefensa de los barrios de la capital, y que fueron disueltas en marzo de 1995 a causa de delitos cometidos por algunos de sus integrantes.
La fuerza nacional de policía no cobra su salario desde hace ocho meses y está desmoralizada. Además, 40 por ciento de sus agentes no recibieron entrenamiento.
Sobrevivientes de asaltos aseguraron que algunos delincuentes llevaban el uniforme negro proporcionado a la policía por Taylor.
La policía tampoco dispone de instalaciones para mantener a los delincuentes capturados por la ECOMOG. La prisión central de Monrovia fue saqueada en combates librados el 6 de abril, y los sospechosos son a menudo puestos en libertad.
"Los atracadores capturados permanecen detenidos algún tiempo y luego vuelven a las mismas calles en que cometieron sus atrocidades", dijo un habitante de la capital. (FIN/IPS/tra- en/aj/kb/ff/ip/96