La Junta de Turismo de Jamaica (JTB) espera corregir la caída que el flujo de turistas sufre en vísperas del invierno, promoviendo eventos tales como el Air Jamaica Jazz and Blues Festival de Montego Bay, y el James Bond Festival de Ocho Ríos, estrenados este año en octubre.
Durante años, la industria turística de Jamaica dependió del idílico señuelo del sol y el mar, marca de fábrica del encanto del Caribe.
A ello se agregaron, con el tiempo, el festival musical de verano -Reggae Sunsplash- que atrajo sus propias muchedumbres, y otros festivales veraniegos como el Reggae Sumfest, que reforzaron los atractivos turísticos.
En los años más recientes, sin embargo, las estrategias turísticas se han hecho más complejas y los actores de este negocio en Jamaica están buscando nuevas formas de atraer a visitantes de todo el mundo hacia la isla caribeña.
Se estima que son más de 200.000 los turistas que ocupan la costa norte en la temporada de verano. Muchos de ellos vienen para asistir al Reggae Sunsplash en Ocho Ríos, o al Reggae Sumfest en Montego Bay.
No obstante, así como en otras épocas los profesionales buscaron aumentar la llegada de turistas en el trimestre julio- septiembre, lo mismo están haciendo ahora para reforzar octubre, un período donde es notoria la caída numérica de viajeros.
El propósito de la nueva política, impulsada por la JTB y la compañía de aviación Air Jamaica, no es otro que organizar un tipo de eventos capaces de atraer, no sólo al turista de Estados Unidos, sino también al exigente viajero europeo.
Los dos estilos de visitantes se dejaron cautivar en esta temporada pre-invernal por el festival Jazz and Blues y el festival James Bond, que presentaron Montego Bay y Ocho Ríos, respectivamente.
De acuerdo con los informes oficiales, más de 4.000 personas asistieron cada una de las tres noches del festival Jazz and Blues, que fue montado en la histórica Rose Hall Great House, en las afueras de Montego Bay, del 17 al 20 de octubre.
El gancho de grandes nombres del jazz contemporáneo, como el guitarrista George Benson, y celebridades del blues como Buddy Guy y Otis Rush, junto a figuras locales como Ziggy Marley y los Melody Makers, dio popularidad al acontecimiento, no sólo para los extranjeros sino también para los jamaiquinos.
Una reacción similar provocó el James Bond Festival, que se realizó por primera vez en Ocho Ríos y Oracabessa, siendo este segundo lugar una ciudad costera situada en el vecino distrito parroquial de St. Mary, donde el autor británico Ian Fleming creó al superagente 007, en su propiedad llamada Goldeneye.
El festival -que presentó varios elementos de la mística Bond, con una concepción similar a las convenciones Star Trek que atrajeron miles de fanáticos en Estados Unidos y Europa- tuvo el mismo "glamour" que el propio estilo Bond.
Los asistentes debieron pagar 800 dólares para presenciar las funciones de los cuatro días del festival, que se extendió del 24 al 27 de octubre.
Fanáticos de Bond se trasladaron a Jamaica desde tres continentes para alternar con varias de las celebridades que hicieron del superespía británico un favorito de las pantallas durante más de tres décadas.
Entre esas personalidades se contaron Ursula Andress -la actriz (alemana de nacimiento) que fue la primera "chica Bond"-, Grace Jones -una de las tantas villanas Bond- y David Llewylyn, el actor que encarnó a "Q", el espía jefe de Bond en todas las películas excepto en dos.
Pese al éxito del festival, los organizadores estudiarán ahora las posibilidades de volver a realizarlo como un evento anual, debido a sus costos y en función de los beneficios que pueda aportar a Jamaica.
No hay dudas, en cambio, sobre la repetición del Jazz and Blues Festival el próximo año, con más tiempo para prepararlo aún mejor que la primera edición. (END/IPS/tra-en/mc/mk/arl/cr/96